Este pasado domingo, 29 de junio –precisamente en el día de san Pedro–, en todas las iglesias de la archieparquía siro-malabar de Ernakulam-Angamaly, cuya sede está en la ciudad india de Kerala, se leyó una carta anunciando el fin de las disputas litúrgicas que se han vivido en la comunidad en los últimos años –con tomatada a un legado pontificio a la puerta de una catedral incluida–. Aunque los contrarios al acuerdo que zanja el cisma litúrgico solo están parcialmente satisfechos, parece que la calma y la reconciliación es posible… aunque ha sido necesario un ultimátum de excomunión.
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Se establece un forma uniforme
Finalmente la diócesis más importante de este rito ha llegado a un acuerdo refrendado por el nuevo arzobispo de la archieparquía Raphael Thattil y su vicario Joseph Pamplany. El texto contiene los once puntos acordados por los fieles opositores y la jerarquía eclesiástica que tenía que aplicar los acuerdos de un sínodo de la propia Iglesia siro-malabar que se remonta al año 2021. Para los obispos esta paz litúrgica es “una decisión sinodal de paz bien meditada, teniendo en cuenta las circunstancias pastorales”, según recoge de la circular leída en los templos.
Así se ha acordado que la “forma uniforme” de celebración de la eucaristía es ‘ad orientem’, es decir, con el sacerdote de espaladas al pueblo. Frente a la petición de la comunidad mayoritaria de este rito que pedía mantener la orientación del Vaticano II con el presbítero de cara a la asamblea. El acuerdo permite ambas formas pero obliga a que la “forma uniforme” se emplee al menos en una celebración en las parroquias los domingos y festivos en una de estas franjas horarias: entre las 5.30 h. y las 10.30 h. o entre las 15.30 h. y las 18.00 h. Y esto se hará también en siete parroquias que habían adoptado ya las decisiones del sínodo de 2021. Esta fórmula contempla que el sacerdote se vuelve hacia el pueblo durante las lecturas y las oraciones.
Regularización de procesos
También se establece que los sacerdotes recién ordenados, un grupo de 24, que en su ordenación tuvieron que comprometerse a celebrar la liturgia sólo en la forma estandarizada, en principio siguen obligados por esta promesa. Sin embargo, pueden solicitar una dispensa de esta promesa. También se espera resolver de forma “amistosa” los procesos abiertos en parroquias o a clérigos por estos motivos. Unos procedimientos canónicos que seguirán su curso pero con el espíritu del acuerdo. Las normas entrarán en vigor el 3 de julio, fiesta de santo Tomás, apóstol evangelizador de la India. Precisamente esta fecha era la fecha marcada por las autoridades de la eparquía para que los sacerdotes y laicos que aceptasen las resoluciones litúrgicas, bajo pena de excomunión.
Los opositores, según señalaba uno de sus portavoces, Kuriakose Mundadan, secretario del Consejo de Sacerdotes, confían “que esta circular alivie la grave crisis litúrgica que existe desde 2021 y que florezca la paz y la unidad que tanto desea el pueblo de Dios en la archieparquía”. Esperan, además, que en futuro, las nuevas medidas se debatirían sinodalmente –frente a las formas del delegado papal el arzobispo Cyril Vasil, al que critican–. Y es que todos los intentos de acuerdo entre las distintas comunidades de la Iglesia católica oriental habían fracasado hasta el momento, incluyendo los impulsados por el papa Francisco. El pontífice fallecido siempre defendió la legitimidad de las reformas aprobadas por el sínodo de la Iglesia siro-malabar, decisiones que se encontraron con la resistencia de la diócesis más numerosa e importante de los cristianos indios como es la de Kerala.