Varios cientos de personas se han manifestado en el entorno de la basílica de la Macarena de Sevilla en la tarde este lunes, 23 de junio. Ha surgido así una concentración para rechazar los trabajos de conservación en la talla de la Virgen de la Macarena, impulsados por la hermandad junto a la Universidad de Sevilla.

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Todo ello después de que se llevase a cabo en el mismo fin de semana una intervención de urgencia en la imagen para restituir por completo las facciones originales de la misma y corregir así esta “alteración estética no buscada”, según señaló la propia hermandad en un comunicado.

Polémicos retoques

Mientras la cofradía ha organizado una veneración pública para que los “hermanos y devotos contemplen en la cercanía a la Santísima Virgen tras las labores de conservación y mantenimiento a las que ha sido sometida”, no todos han estado conformes.

“Ante las comprensibles muestras de preocupación, la hermandad desea que hermanos y devotos puedan ver a escasos metros el estado actual de la Santísima Virgen al natural”, señalaban este fin de semana.

Según el Diario de Sevilla, los manifestantes eran unos 300 y la concentración se desarrolló de manera serena, aunque en alguna ocasión algunas voces han pedido la dimisión de la junta de gobierno de la corporación, que a esa misma hora se encontraba reunida en la casa de hermandad.

Tras esta reunión, que concluyó a las dos de la madrugada, la hermandad ha publicado un nuevo comunicado en el que piden de nuevo “perdón a todos los hermanos y devotos por el daño moral y devocional que haya podido provocarles las decisiones tomadas tras la intervención de conservación y mantenimiento realizada a María Santísima de la Esperanza Macarena”.

La hermandad ha dado detalles de los trabajos de conservación del profesor Francisco Arquillo Torres, que lleva realizando estas labores desde 1978. Tras las tareas de mantenimiento de la semana pasada, se lee en el comunicado, “aún no le habían sido colocadas las pestañas realizadas utilizando la plantilla de la restauración de 1978” siendo por tanto “la última operación que se efectúa para no afectarlas (las pestañas) por la pulverización de protección superficial que se le aplica a la policromía, se colocaron momentos antes de vestirla” asumiendo que “es posible que se desplazaran cerrando parte de los ojos al no estar el adhesivo completamente seco”.

Sin embargo, los hermanos van siendo conscientes del cambio de aspecto y “en el transcurso de la mañana del sábado 21, y ante la persistencia de ese efecto estético no deseado, se requirió la presencia del profesor Arquillo en la basílica además de otros expertos para analizar una posible solución”, como se hizo esa misma tarde y posteriormente por la noche.

Ahora bien, la hermandad ha contactado con nuevos expertos “con el fin de analizar el aspecto actual de la Virgen y, en función de las conclusiones de dicho análisis, actuar en consecuencia”. Mientras la polémica ha causado la dimisión del mayordomo y el prioste de la Virgen.