El Estado Islámico reivindica el atentado en plena misa en la iglesia cristiana ortodoxa griega de San Elías, en el centro de Damasco (Siria). Al menos 22 personas han muerto y 63 han resultado heridas tras detonar, el terrorista -con el rostro cubierto-, un chaleco con explosivos y abrir fuego contra los 350 fieles este domingo 21 de junio, según informa el Ministerio de Sanidad Sirio.
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“Las fuerzas de seguridad se han desplazado rápidamente hasta el lugar, han acordonado la zona y los equipos especializados han comenzado a recolectar pruebas y a investigar las circunstancias del ataque”, dijo el gobierno.

Atentado en la iglesia cristiana ortodoxa Griega de San Elías en Damasco
Se trata del primer ataque a una iglesia en el país en años, y ocurre mientras Damasco, bajo su gobierno islamista, intenta ganarse el apoyo de las minorías. En un momento en que el presidente, Ahmad al Sharaa, pasa apuros para ejercer autoridad en todo el país, ha habido preocupaciones sobre la presencia de células durmientes de grupos extremistas en un país devastado por la guerra, informa AP.
“Seguimos contando los mártires”
El Patriarcado Griego Ortodoxo de Antioquía y de todo Oriente ha condenado, a través de un comunicado, el ataque: “El día en que nuestra Iglesia de Antioquía conmemora a todos los santos antioquenos, la mano traicionera del mal nos ha golpeado, cobrándose la vida junto con la de nuestros seres queridos, que han caído hoy como mártires durante la liturgia vespertina”.
“Mientras seguimos contando los mártires y los heridos, y recogiendo los restos y los cuerpos de nuestros seres queridos martirizados, instamos a las autoridades a que asuman toda la responsabilidad por lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo en términos de violaciones de la santidad de las iglesias, y a que garanticen la protección de todos los ciudadanos”, han agregado.
Y ha añadido: “Oramos por el descanso de las almas de los mártires, por la curación de los heridos y por el consuelo de nuestro pueblo. También afirmamos nuestra firmeza en la fe y, a través de esa firmeza, nuestro rechazo a todo miedo y terror. Pedimos a Cristo nuestro Dios que guíe la nave de nuestra salvación en medio de las tormentas de este mundo, Él que es bendito por siempre”.
Por su parte, la presidenta ejecutiva de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN Internacional), Regina Lynch, ha afirmado estar “profundamente conmocionados por este trágico acto de violencia. Nuestro corazón está con las víctimas, sus familias y toda la comunidad cristiana de Siria. Nos solidarizamos plenamente con nuestros hermanos y hermanas en la fe y nos hacemos eco del llamamiento urgente de Su Beatitud el Patriarca Juan X para proteger los lugares de culto y poner fin a cualquier ciclo de violencia”.
“Un crimen atroz”
Noureddine Al Baba, portavoz del Ministerio del Interior sirio, afirmó que “la seguridad de los lugares de culto es una línea roja”, y denunció que el Estado Islámico y los miembros restantes del derrocado gobierno de Bashar Assad están tratando de desestabilizar Siria.
El ministro de Información sirio, Hamza Mostafa, condenó el ataque: “Este acto cobarde va en contra de los valores cívicos que nos unen. No retrocederemos en nuestro compromiso con la ciudadanía igualitaria… y también afirmamos el compromiso del Estado de hacer todo lo que pueda para combatir a organizaciones criminales y proteger a la sociedad de todos los ataques que amenazan su seguridad”.
Por su parte, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, pidió una “investigación completa y la actuación de las autoridades” sobre un suceso que calificó de “crimen atroz”. En un comunicado, condenó el atentado e hizo un llamamiento a la población siria a “unirse en el rechazo al terrorismo, el extremismo y los ataques contra cualquier comunidad en el país”.