El Banco Vaticano ‘regala’ a León XIV 13,8 millones de euros para caridad

El último informe del IOR demuestra la consolidación financiera del organismo

León XIV durante la audiencia general

El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido también como el banco del Vaticano, ha presentado su decimotercer Informe Anual con unos resultados que consolidan su solidez financiera. Y es que, en 2024, el IOR registró un beneficio neto de 32,8 millones de euros, lo que supone un aumento del 7% respecto al ejercicio anterior.



Pero más allá de las cifras, lo que destaca el IOR es el significado de esos números: el beneficio económico se traduce en una aportación concreta a las obras de religión y caridad. Por eso, a la luz de estos resultados, la Comisión de Cardenales ha aprobado la distribución de un dividendo de 13,8 millones de euros al Papa, en línea con la finalidad última del Instituto, para que este los destine a la caridad.

Los datos, elaborados conforme a las normas internacionales de contabilidad (NIC-NIIF), fueron aprobados por unanimidad por el Consejo de Superintendencia el pasado 29 de abril y auditados favorablemente por la firma Mazars Italia S.p.A. Tal y como marcan los estatutos, los estados financieros ya han sido remitidos a la Comisión de Cardenales para su evaluación.

Más beneficios, más misión

El IOR, cuya principal razón de ser es “servir a la Iglesia Católica en el mundo”, tal como recuerda el informe, ha alcanzado un margen de intereses del 5,8 %, un margen de comisiones del 13,2 % y un margen de intermediación del 3,6 %, todos ellos mejorando los registros del año anterior.

En total, el Instituto gestiona 5.700 millones de euros en depósitos, que incluyen cuentas corrientes, activos gestionados y valores en custodia, 300 millones más que en 2023. Además, sus activos netos han crecido hasta los 731,9 millones, un incremento de más de 64 millones.

Oficina Ior Banco Vaticano

Oficina del IOR

Solidez reconocida

Uno de los indicadores clave para valorar la salud financiera de una entidad es el ratio de capital Tier 1, que en el caso del IOR alcanza un impresionante 69,43 %, una cifra muy por encima de la media internacional. Este aumento se debe, explican desde el Instituto, a una combinación entre el refuerzo del capital propio y una reducción del riesgo general. “Este dato sitúa al IOR entre las instituciones financieras más sólidas del mundo en términos de capitalización y liquidez”, subraya el informe.

En paralelo, el Instituto ha seguido profundizando en la modernización de su infraestructura digital y tecnológica, con el objetivo de ofrecer un mejor soporte a sus clientes y reforzar sus estándares de seguridad. También se ha incorporado personal especializado para fortalecer las funciones clave de la entidad.

Gestión con rostro ético

Durante 2024, el IOR no solo ha seguido ampliando su gama de servicios bancarios y de inversión, sino que lo ha hecho con un principio rector claro: la Doctrina Social de la Iglesia. Esa fidelidad ética se ha traducido también en la gestión de sus líneas de inversión, que han reportado resultados positivos y, en el 79% de los casos, retornos superiores a los índices de referencia.

Además, la publicación de este informe se enmarca en el proceso de transparencia institucional que el Vaticano ha reforzado en los últimos años. El IOR fue una de las primeras entidades en someterse a auditorías externas y controles internacionales, lo que le ha valido el reconocimiento de organismos de supervisión como Moneyval.

La presentación de estos resultados supone un paso más en esa dirección: hacer visible una gestión profesional, ética y coherente con la misión de la Iglesia. Porque si algo subraya el IOR en esta nueva edición de su informe es que los números, por sí solos, no bastan. Lo que importa, finalmente, es su impacto real en las vidas concretas de las personas a las que sirven.

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