“Todo cambió para mí en medio de la pandemia cuando empecé a ver bondad en medio de la negatividad”. Así al menos lo considera la periodista Auxi Rueda, directora de comunicación de la Diócesis de Ávila, que hoy ha presentado en el auditorio del Banco Sabadell de Madrid su primer libro ‘Atrincherados. Una pandemia que nos cambió la vida’. En la obra aborda como vivió el confinamiento provocado por la Covid-19, cuando se cumplen cinco años de la pandemia. Rueda estuvo respaldada en la puesta de largo de la obra por Faustino Catalina, redactor jefe de programación religiosa de la Cadena Cope, y Juan Manuel Sánchez Cabrera, alcalde de Ávila.
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Visiblemente emocionada, Rueda explicó que “no quise escribir estas vivencias para publicarlo, sino para dejarlo como legado para mis hijas, que en ese momento eran pequeñas”. “Solemos guardar los sentimientos negativos en un cajón, pero de vez en cuando hay que airearlos, aunque sea solo como enseñanza. Y eso es lo que he hecho en estas páginas”, confesó.
En primera línea
Entre los episodios que puso en valor en la presentación rescató que “los sacerdotes estaban en primera línea celebrando funerales de gente contagiada sin mascarillas, arriesgándose a todo“. Pero, especialmente se detuvo en cómo padeció la enfermedad el entonces obispo de Ávila y hoy arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo.
“La imagen de la Iglesia salió reforzada de la pandemia porque se pudo reflejar lo que es y lo que hizo”, verbalizó la periodista, consciente de que “la pandemia fue un desafío para quienes trabajamos en la comunicación de la Iglesia”. A la luz de sus vivencias en aquella encrucijada global, dejó caer que “la comunicación institucional de la Iglesia no se comprende muy bien porque no se conoce”.
Crisis desconocida
“Fueron aquellos días de rezar, de no perder la paciencia”, recordó Catalina al echar la vista atrás, que puso sobre la mesa algunas de las reflexiones que Rueda comparte en su obra, como la entrega silenciosa de la Iglesia en aquel momento, lo mismo a través de Cáritas que de quienes se volcaban en el acompañamiento a los enfermos o a quienes atravesaban un duelo especialmente duro. El especialista en información religiosa calificó la pandemia como una “crisis única y desconocida” con casi mil muertos diarios.
Por su parte, Sánchez Cabrera compartió las vivencias personales que atesora con la comunicadora desde la infancia. “El obispo emérito Jesús García Burillo levantó desde cero la oficina de comunicación y Auxi ha hecho llegar la voz de la Iglesia a todos los rincones de Ávila”, elogió el primer edil. El alcalde defendió cómo en “muy poquitas páginas la autora ha sido capaz de plasmar quién es ella: íntegra, sencilla, una gran profesional y una madre de familia”. Sobre la pandemia, apuntó que “vivimos momentos muy difíciles”, poniendo algunos ejemplos, como el contagio en la comunidad de las adoratrices.
Gil Tamayo se hizo presente en el acto a través de un audio refiriéndose a “esta terrible prueba” que “me ha hecho recordar momentos difíciles en mi vida y he traído al presente a gente maravillosa como tú”. “Que la pandemia nos lleve a darnos cuenta de que somos dependientes de Dios y de los demás… ¡Y a mucha honra!”, remarcó.