El cardenal Leopoldo José Brenes, quien cumple 20 años de ser arzobispo de Managua, pidió a los fieles de Nicaragua acompañar al papa León XIV a través de la oración.
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Refirió que el Pontífice -electo Papa el 8 de mayo entre 133 cardenales en Roma- pide por su parte al Pueblo de Dios “dos cosas importantes: amor y unidad”.
En su homilía dominical, celebrada en la Catedral de Managua, el cardenal Brenes compartió a los fieles que durante los 12 años del pontificado del papa Francisco, este pidió constantemente: “oren por mí” y hoy en día “también el papa León XIV nos pide la compañía a través de la oración”.
Destacó que en el cónclave en que fue elegido Robert Francis Prevost como nuevo Papa, se confirmó lo que el espíritu santo tenía para la Iglesia: “un nuevo pastor… El espíritu santo no nos deja solos, ha dado un nuevo pastor, una gracia especial”.
“La oración: fortaleza para el santo padre”
Sin embargo, aseguró Brenes, “el espíritu santo ya se había fijado en ese hombre sencillo y humilde, un pastor y misionero por excelencia”.
Catedral de Nicaragua. Foto: Arquidiócesis de Managua
Desde los primeros momentos -recordó Brenes- el papa León XIV decía “apenas estoy comenzando, me encomiendo a sus oraciones… la oración es la fortaleza para el santo padre”.
Por lo anterior, dijo Brenes, es necesario hacer oración por él “para que nunca le falte al Papa esa acción del espíritu y él pueda guiarlo y conducirlo por esos caminos que lo llevan a un encuentro personal e íntimo con Jesucristo”.
Ser peregrinos de esperanza
También recordó que el Papa habló de “dos cosas importantes al iniciar su ministerio: el amor y la unidad“.
Detalló: “El papa nos va a ir conduciendo en esa dimensión grande como nos dice, llamándonos a amarnos y ser testigos de verdaderamente del amor y de la unidad”.
En ese sentido, destacó que para que “podamos ser verdaderos peregrinos de esperanza y misioneros de alegría no debemos desanimarnos por tantas cosas que se pueden decir sino tener la confianza plena en Jesús; hoy decía el Santo Padre cuando ante determinadas situaciones nos sentimos desesperados, nuestra fuerza está en el Señor, quien nos anima a ir adelante bajo la fuerza maravillosa del espíritu, del amor y la unidad”.
