“Hagamos nuestra la invitación que el papa Francisco nos dejó en su Mensaje para esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en la que nos pedía acoger y acompañar a los jóvenes”. Estas han sido las palabras lanzadas por León XIV tras su primer Regina Coeli ante los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro, al grito, en español, de “¡viva el Papa!
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Hoy, al ser el primero, ha tenido lugar desde la logia central de la Basílica, también llamada logia de las bendiciones. Así, León XIV lo ha entonado en lugar de leerlo.

Primer Regina Coeli de León XIV
“Roguemos al Padre celestial el ser, los unos para los otros, cada uno según su estado, pastores ‘según su corazón’ (cf. Jr 3,15), capaces de ayudarnos mutuamente a caminar en el amor y en la verdad”, ha completado Robert Francis Prevost.
Testigos creíbles
En su primer mensaje como Obispo de Roma, León XIV ha señalado que es “un don de Dios el hecho de que el primer domingo de mi servicio como sea el del Buen Pastor, el cuarto del tiempo de Pascua”.
También ha saludado, más adelante, a los peregrinos del Jubileo de las Bandas musicales y de los Espectáculos populares que se celebra este fin de semana en Roma.
Sobre la Jornada de las Vocaciones, que hoy cumple su edición número 62, León XIV ha mostrado su alegría por “rezar con ustedes y con todo el Pueblo de Dios por las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa”.
“¡La Iglesia los necesita!”, ha exclamado dirigiéndose a los consagrados. Y ha insistido: “Es importante que los jóvenes encuentren en nuestras comunidades: acogida, escucha, estímulo en su camino vocacional, y que puedan contar con modelos creíbles de entrega generosa a Dios y a sus hermanos”.
Contra todas las guerras
Al concluir la oración, ha recordado a los millones de víctimas de la II Guerra Mundial, a la que precisamente se ponía fin un 8 de mayo de hace 80 años y que causó 60 millones de víctimas. “Ahora estamos ante el dramático escenario de una tercera guerra mundial a pedazos, como ha repetido repetidamente el papa Francisco”, ha remarcado.
“¡Nunca más la guerra!”, ha exclamado repitiendo el mantra de Francisco. Y ha continuado: “Llevo en mi corazón el dolor del pueblo ucraniano, deseo una paz auténtica, justa y duradera, y que se libere a todos los prisioneros y los niños vuelvan con sus familias”.
Asimismo, ha mostrado su dolor por Gaza, reclamando ayuda humanitaria a la población civil y que sean liberados todos los secuestrados.
Asimismo, ha acogido con satisfacción la noticia del alto el fuego entre India y Pakistán. “Ojalá sea un acuerdo duradero”, ha afirmado, concluyendo con una petición a la Virgen María: “El milagro de la paz”.