Mientras en la Capilla Sixtina se elegía el nuevo papa, el Hotel Ergife Palace de Roma acoge, entre el 5 y el 9 la XXIII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG). Convocada cada tres años, la Asamblea es el órgano de consulta, organización y reflexión de la UISG, así como una oportunidad única para que las Superioras Generales de los Institutos y las Congregaciones Religiosas de todo el mundo se reúnan, intercambien puntos de vista y reflexionen sobre el tema de la vida consagrada a nivel internacional.
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El tema elegido para esta Asamblea es ‘La Vida Consagrada: una esperanza que transforma’. Al anunciar este encuentro, la presidenta, Mary Barron, dijo: “Nuestra Asamblea, que coincide con el Jubileo 2025 y el 60 aniversario de la fundación de la UISG, nos da la oportunidad, como líderes de las congregaciones religiosas femeninas de todo el mundo, de ser juntas Peregrinas de la Esperanza”.
Peregrinas de esperanza
“Ya está creciendo el entusiasmo ante la perspectiva de reunirnos para reflexionar sobre cómo la vida consagrada es o puede ser la esperanza que transforme nuestro mundo. Los testimonios de las hermanas, que caminan con sus comunidades en situaciones aparentemente sin perspectivas, serán el fundamento de nuestras reflexiones y de nuestro compromiso en la realidad concreta del mundo de hoy”, aseveró.
Fue precisamente Barron, presidenta de la UISG, quien inauguró la jornada exhortando a las religiosas a ser “peregrinas de esperanza” en un mundo herido y fragmentado. Recordó los pilares del pontificado del papa Francisco: el encuentro personal con Cristo, la sinodalidad, la autoridad como servicio y la vulnerabilidad como camino de renovación. El 60º aniversario de la UISG y el Año Jubilar hacen que este camino de reflexión y discernimiento sea aún más profundo.