El precónclave, en el descuento: sin marcha atrás a Francisco

  • Según ha podido saber Vida Nueva, lejos de escenificar una división, ayer se acrecentaron las intervenciones en línea con el pontificado de Francisco
  • El propio secretario personal de Juan Pablo II, el cardenal Dziwisz, alabó la figura de Bergoglio en continuidad con Benedicto XVI

El cardenal Cobo, en el precónclave

Los cardenales encaran hoy su última congregación general. Ayer se celebraron la décima y undécima y, según ha podido saber Vida Nueva, la conclusión es clara: no hay marcha atrás a Francisco.



El precónclave está ya en el tiempo de descuento y hoy tomarán la palabra los últimos purpurados, tanto electores como no electores, que habían pedido intervenir.

En la jornada de ayer le tocó el turno a varios purpurados latinoamericanos y de otras periferias asiáticas, que pusieron en valor la sinodalidad como la forma de ser Iglesia. De hecho, desde Europa se ha dejado claro que la sinodalidad no es un invento de Francisco, por lo que no puede frenarse con su muerte.

Incluso el secretario personal de Juan Pablo II y cardenal arzobispo emérito de Cracovia, Stanisław Dziwisz, dedicó parte de su intervención a alabar el pontificado del papa Francisco en continuidad con el de Benedicto XVI. Y es que, lejos de escenificar una división, se han acrecentado estos días las voces que entroncan con las grandes piedras angulares del pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

Cardenal Rossi, durante el precónclave

Cardenal Rossi, durante el precónclave

Unidos al próximo papa

“Volvimos a hablar del camino del Sínodo sobre la sinodalidad, vista como expresión concreta de una eclesiología de comunión, en la que todos están llamados a participar, escuchar y discernir juntos”, dijo a los periodistas el director de la Sala Stampa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Del mismo modo, recalcó que durante las conversaciones cardenalicias “se reafirmó el compromiso y la responsabilidad de los cardenales en el apoyo al nuevo Papa, llamado a ser un verdadero pastor, un líder que sepa ir más allá de los confines de la única Iglesia católica, promoviendo el diálogo y la construcción de relaciones con otros mundos religiosos y culturales”.

En la tarde de ayer, la veintena de intervenciones se centraron en temas “de gran actualidad pastoral y eclesial”, dijo Bruni.

“Se dedicó tiempo a la cuestión de la etnicidad dentro de la Iglesia y de la sociedad. Se abordó la migración, reconociendo a los migrantes como un don para la Iglesia, pero también subrayando la urgencia de acompañarlos y apoyar su fe en contextos de movilidad y cambio. En varias ocasiones se ha hecho referencia a las guerras en curso, a menudo en tonos marcados por el testimonio directo de cardenales de regiones afectadas por conflictos. También se destacó el desafío que supone la propagación de sectas en diversas partes del mundo”, agregó.

Noticias relacionadas