Los obispos de México urgieron a “la comunidad internacional para que se comprometa de manera decidida en el apoyo al proceso de pacificación y desarrollo del pueblo haitiano, tan afectado por la violencia criminal y la fragilidad institucional”.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Y es que esta semana se informó que las religiosas Jeanne Voltaire y Evanette Onezaire, de la Congregación de las Hermanitas de Santa Teresa del Niño Jesús, junto con dos colaboradores laicos, fueron asesinados el 31 de marzo por el grupo armado Viv Ansanm, en el distrito Mirebalais del departamento Centro de Haití.
Por tal motivo, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció a través del mensaje titulado: ‘Dolor y esperanza’, firmado por su presidente, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro y el secretario general y obispo auxiliar de México, Héctor Pérez Villarreal.
“Cercanía y solidaridad con la Iglesia católica en Haití”
Los obispos mexicanos manifestaron su “profundo dolor e indignación ante el cobarde asesinato de las hermanas Jeanne Voltaire y Evanette Onezaire, así como de los dos laicos”, e instó a los sacerdotes del país a que ofrezcan una misa en sus comunidades, “por el descanso de las almas de estos mártires populares que vivieron según la Buena Nueva de las Bienaventuranzas”.
Viernes Santo en Haití (2024). Foto: EFE
De igual modo, hicieron un llamado a los fieles mexicanos a unirse en oración por el cese de la violencia en Haití.
Expresaron su cercanía y solidaridad con la Iglesia católica en Haití, “especialmente con la superiora general, sor Denise Desil, “y toda la Congregación fundada por el Siervo de Dios Padre Louis Farnese Louis Charles. Extendemos nuestras más sinceras condolencias a sus familias biológicas y amigos en este momento de profundo dolor”.
“El amor de Cristo hacia el pueblo haitiano”
Los obispos resaltaron el trabajo en Haití de las religiosas: “Estas hermanas entregaron sus vidas en medio de su servicio de evangelización y educación integral a los más necesitados, convirtiéndose en auténticos testigos de esperanza animados por el amor de Cristo hacia el pueblo haitiano”.
“Elevamos nuestras oraciones por el eterno descanso de estas almas y por el consuelo y fortaleza en la esperanza cristiana para sus familias y comunidades afectadas. Como nos recuerda la Escritura: ‘Si un miembro del cuerpo sufre, todos los miembros participan de su sufrimiento’”, destacaron los obispos en su mensaje.
