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De esposa a viuda consagrada: la historia de Ursula Eichhoff, prometida con la fe

| 06/03/2025 - 08:32

Después de ocho años de espera, recibió la bendición el 9 de diciembre de 2024 tras un largo camino y resistencias familiares





“He cumplido un sueño que tenía desde hace ocho años”, dice emocionada Ursula Eichhoff, una mujer de 74 años que, a principios de diciembre, fue ordenada viuda consagrada por el obispo de la diócesis alemana de Aquisgrán, Helmut Dieser. Esta ceremonia es similar a un voto religioso, pero en vez de unirse a una orden, su compromiso es directamente con el obispo. En una entrevista con la Agencia Católica de Noticias (KNA), Eichhoff expresa su alegría por haber alcanzado este objetivo tan especial en su vida.



La ordenación de viudas es una tradición antigua del cristianismo que implica un compromiso con la vida célibe, participar activamente en la comunidad y rezar varias veces al día la Liturgia de las Horas, como hacen los sacerdotes. Sin embargo, para Ursula este estilo de vida no es algo nuevo, ya que lo ha llevado desde hace ocho años. “Le hice una promesa a Jesús, y lo que le prometes a Jesús, tienes que cumplirlo”, explica.

Su compromiso ha sido tan firme que ha rechazado varias propuestas de matrimonio. “Algunos hombres muy agradables querían compartir su vida conmigo, pero les dije que estaba ocupada”, cuenta entre risas. Para ella, esta ordenación es como una boda en la iglesia, donde su única pareja es su fe. Un mes después de la ceremonia, asegura sentirse completamente feliz y agradecida por esta nueva etapa que Dios le ha regalado.

Dedicación y servicio a la comunidad

Ursula ha entregado gran parte de su vida a ayudar a los demás como miembro de la junta del consejo parroquial, como lectora, y ayudando en la distribución de la comunión a enfermos. Además, prepara a adultos para el bautismo y la confirmación, y coordina funerales. Incluso, si el párroco lo solicita, apoya a solicitantes de asilo.

El Papa en audiencia con viudas consagradas.

Desde que era muy joven, sintió la llamada a la vida religiosa y soñó con ser monja. Sin embargo, una fuerte intuición le hizo ver que debía casarse. Su matrimonio, que duró 45 años, fue una etapa de gran felicidad hasta que su esposo falleció en 2016. Tras su pérdida, consideró vender todo e ingresar a un convento, pero su párroco le recomendó otro camino: la ordenación como viuda consagrada.

Un camino de perseverancia

Conseguir su ordenación no fue fácil. En su primera solicitud, el obispo la rechazó. Pero ella no se dio por vencida y, durante años, insistió en su petición cada vez que tenía oportunidad. Finalmente, en noviembre de 2024, el obispo Helmut Dieser reconoció su compromiso y le concedió la bendición. También tuvo que enfrentarse a las opiniones de su entorno: “Mi hijo apoyó mi decisión, pero otros miembros de la familia no me entendieron. Mis hermanas me llamaron ingenua por seguir este camino”, cuenta. Sin embargo, Ursula recuerda con cariño cómo su comunidad eclesial la acompañó con alegría en este importante paso.

Uno de los momentos más especiales de la ceremonia que Ursula recuerda, fue la bendición de su anillo de bodas. Al principio, temió que tendría que quitárselo, pero luego descubrió que iba a recibir una nueva bendición. Para marcar este momento, mandó grabar en él la inscripción “Jesús 9.12.2024”, junto con el nombre de su esposo y la fecha de su boda. “Ahora este anillo tiene un significado completamente nuevo para mí”, dice con emoción. La consagrada tiene claro el camino que su vida ha tomado: “Cuando se trata de Jesús, pueden decirme lo que quieran, pero yo seguiré adelante”, afirma con determinación. “Sé que este es el camino de Dios y confío en Él por encima de todo. Nunca decepciona“.

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