La Conferencia Episcopal de Honduras, presidida por el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, manifestó su principal preocupación de cara a los procesos electorales de 2025: la situación de los pobres.
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El 9 de marzo, los principales partidos políticos del país—Libertad y Refundación (Libre), en el poder; el Partido Nacional, primera fuerza de oposición, y el Partido Liberal, segunda—celebrarán comicios primarios para elegir a sus candidatos a cargos de elección popular con miras a las elecciones generales del 30 de noviembre.
En este contexto, los obispos hondureños expresaron: “Nuestra mayor preocupación no radica en quién gane o pierda las elecciones, sino en el rumbo socio-político que tomará el país al completar el primer cuarto de siglo. Lo decimos con sencillez y franqueza: nuestro interés mayor está en los pobres. En los muchos pobres, en los nuevos pobres que surgen de la inestabilidad económica actual y en los persistentes motivos de la pobreza estructural”.
La solidaridad como eje central
Asimismo, destacaron que, en el actual contexto social, la solidaridad es un criterio de gran relevancia, recordando que “para la Iglesia, la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica… No debe faltar jamás la opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha”.
El episcopado hondureño citó la exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium‘ del papa Francisco, en la que el Pontífice subraya que la vocación del empresario y del político debe realizarse en la vida social, económica y política, apostando por el bien común en un sentido universal.
Los obispos llamaron a fomentar “un diálogo social amplio como contribución a la paz y a ofrecer aportes significativos a la sociedad y al Estado, con miras a una democracia sana, robusta y duradera. La amistad social y el amor político son posibles cuando las personas que aspiran a cargos de elección popular tienen buena voluntad y buscan encarnar principios concretos de dignidad y solidaridad”.
Respeto y madurez política
Advirtieron, además, que la cultura del respeto y la reciprocidad son señales de madurez política y deben prevalecer en las próximas elecciones para garantizar un mejor futuro para Honduras. “Los conflictos se superan con la comunicación y el hábito cultural virtuoso de la fraternidad y la unidad”, señalaron.
Mostraron su optimismo al afirmar que la altura política en todo el proceso electoral “puede convertir la coyuntura actual en una oportunidad para el desarrollo social. La ‘mejor política’ la construyen políticos virtuosos y dignos, capaces de generar una nueva realidad efectiva de amor social, rompiendo el círculo vicioso de la crisis perenne en una sociedad hondureña fragmentada, desequilibrada y carente de equidad”.
Finalmente, exhortaron a los candidatos a “buscar, ante todo, el bien común, la paz estable de la nación hondureña y el respeto a los derechos sociales”. Asimismo, llamaron a la ciudadanía a ejercer su derecho al voto con civismo, eligiendo opciones que promuevan el mayor bien posible para todos”, especialmente para los más desfavorecidos.
