En febrero de 2023, se produjo otro acceso no autorizado similar en un local eclesial de la localidad guipuzcoana de Cestona
Iglesia de San Miguel Arcángel de Sestao (fuente: El Correo)
El pasado viernes, 31 de enero, por la noche, un grupo de entre 50 y 60 personas intentó okupar la iglesia de San Miguel Arcángel de Sestao, un templo en desuso desde hace aproximadamente dos años y medio. Los hechos fueron denunciados por un representante de la Diócesis de Bilbao, quien acudió al lugar tras ser alertado por las fuerzas de seguridad. La rápida intervención de la Ertzaintza y la Policía Local de Sestao logró frustrar la usurpación.
Tal y como informó Tele7, los hechos ocurrieron alrededor de las 21.00 horas cuando, según indicaron vecinos de la zona a la Policía Local, un grupo numeroso de personas se dirigió hacia el templo, ubicado en la calle de Zumalacárregui, aunque su entrada principal está en la calle de Iberia. Los congregados avanzaron al ritmo de una batucada hasta llegar a la puerta del templo, donde intentaron forzar el acceso.
Alertada por varios ciudadanos, la Policía Local de Sestao envió dos patrullas al lugar, que contaron con el respaldo de efectivos de la Ertzaintza. A su llegada, los agentes encontraron a decenas de personas con intención de acceder al edificio, en el que se dejaron de celebrar misas en septiembre de 2022, avanzó El Correo.
Al notar la presencia policial, la mayor parte del grupo se dispersó, salvo tres personas que se resistieron a abandonar el lugar. Finalmente, tras más de cuatro horas de operativo, a las 01.30 horas del sábado, fueron desalojadas, dando por concluido el intento de okupación. El hecho fue notificado por los agentes al responsable del templo, un miembro de la Diócesis de Bilbao, quien presentó una denuncia.
El colectivo Burrunba, del barrio sestaoarra de Txabarri, reivindicó la acción a través de un comunicado en el que denunció la “pobreza escandalosa, exclusión, racismo, suciedad, plagas, ruido, abandono, contaminación y una alarmante falta de servicios públicos y espacios comunitarios” que, según ellos, afectan al barrio, según relató el diario Deia. Además, criticaron que “las instituciones han optado por la turistificación y la gentrificación, desmantelando cualquier plan social en favor de sus intereses económicos y partidistas”.
Como parte de su protesta, realizaron una kalejira contra la gentrificación y la especulación inmobiliaria, que culminó con el intento de abrir la iglesia. Desde la entidad defienden que este templo es “un espacio más en desuso dentro de nuestro barrio” y se manifestaron contra la “mafia institucional” que, según ellos, actúa con total impunidad mientras Txabarri sufre abandono.
Se trata del segundo intento de ocupación de un espacio religioso en el País Vasco en los últimos tiempos, después de que el colectivo juvenil Zestoako Gazte Asanblada, ocupara en febrero de 2023 un edificio adosado a la iglesia del pueblo de Cestona y que pertenece a la Diócesis de San Sebastián. En ese caso, tras la denuncia correspondiente, se produjeron actos vandálicos sobre los edificios eclesiásticos y, el 20 de enero de 2024, la organización se concentró ante la catedral del Buen Pastor, promoviendo la apostasía y mostrando carteles acusando a la Iglesia de “avariciosa” y “especuladora”, tras lo que arrojaron dinero falso a lo largo del templo, informó Hispanidad.