Este martes 4 de febrero, Suecia ha vivido el peor atentado de su historia después de que un hombre de 35 años entrara en una escuela de adultos en la localidad de Örebro (a unos 200 kilómetros al oeste de la capital, Estocolmo) y asesinara a tiros a 10 personas. Del agresor, que fue abatido por la policía, esta ha explicado que, en principio, no tenía vinculaciones con bandas criminales ni con organizaciones terroristas. También se han descartado razones “ideológicas”.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En plena conmoción nacional, el obispo de Estocolmo, el cardenal Anders Arborelius, ha difundido un comunicado de condena de este acto bárbaro. Recogido por el sitio oficial del Episcopado, en él el purpurado reitera que, “junto con toda Suecia, nosotros, los católicos, lloramos a las víctimas del violento ataque en Örebro y rezamos por ellas”.
Por el bien y la armonía
En este sentido, Arborelius muestra su estupor por el hecho de que “la violencia y los tiroteos parecen ir cada vez más en aumento”. Por ello, “pedimos la ayuda de Dios para que en nuestro país reinen el bien y la armonía”.
De cara al próximo domingo 9, el cardenal ha anunciado que, “en todas nuestras iglesias, se rezará por los asesinados y por la misericordia de Dios”. Pero ya este miércoles 5, en la parroquia local de Örebro, se celebrará por la tarde “una santa misa por esta intención”.
Atentado en Suecia
