El cardenal Koovakad sustituirá a Miguel Ángel Ayuso como prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso

  • A sus 51 años, este prelado indio siro-malabar recibió el birrete en el consistorio de diciembre
  • Desde 2021 es el coordinador de los viajes papales por todo el mundo, cargo que mantendrá
  • “La identidad –defiende– no es ni debe ser nunca un motivo para levantar muros o discriminar a los demás”

Cardenal Koovakad

Dos meses después de la muerte del cardenal español Miguel Ángel Ayuso, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, como acaba de confirmar la Santa Sede al mediodía de este 24 de enero, el papa Francisco ha nombrado como sucesor al frente de este importante ‘ministerio’ vaticano al indio George Jacob Koovakad.



Estamos, pues, ante una figura emergente en la Curia, pues Koovakad se destaca por ser el coordinador de los viajes papales por todo el mundo. Y, desde que recibiera la birreta púrpura en el consistorio del pasado 7 de diciembre, es también cardenal. Por lo que tendrá derecho a voto en el cónclave que elegiría al sucesor de Jorge Mario Bergoglio.

Reconocimiento papal

Tras ser elegido por el Pontífice en 2021 para organizar sus viajes apostólicos, el prelado indio ha desempeñado su labor de un modo encomiable, lo que explica que Francisco quisiera recompensarle con el cardenalato y, ahora, cediéndole las riendas del diálogo con otras religiones. Por cierto, se confirma que se mantendrá como organizador de los viajes papales pese a este nueva responsabilidad añadida.

Nacido en la localidad india de Chethipuzha el 11 de agosto de 1973, a sus 51 años, estamos ante un purpurado que, posiblemente, elegirá a varios papas en las próximas tres décadas. Una delicada misión (como el diálogo con judíos, musulmanes, budistas o hindúes) que requerirá una ‘finezza’ diplomática que ha aprendido y perfeccionado en sus muchos años de trabajo en la Secretaría de Estado, trabajando en las nunciaturas de Argelia, Corea del Sur, Irán, Costa Rica y Venezuela.

Para conocerle un poco más en profundidad, es muy útil leer la entrevista que concedió el 29 de octubre a Vatican News, cuando se anunció que sería creado cardenal en el décimo consistorio bergogliano. En ella, explicaba que “soy de Kerala y pertenezco a la Iglesia siro-malabar, una Iglesia oriental en completa comunión con la Iglesia católica”.

El papa Francisco, en el avión rumbo a Luxemburgo

El papa Francisco, en el avión rumbo a Luxemburgo

El tesoro de la fe

Heredero directo de santo Tomás Apóstol, que “nos trajo la fe durante el primer siglo”, Koovakad se felicita por provenir “de esta vibrante comunidad donde la fe se transmite de generación en generación como un tesoro familiar. Crecí en un ambiente donde se fomentaba la asistencia diaria a la santa misa y nunca falté a la oración vespertina diaria con los miembros de mi familia. Fue esta vida de fe en mi familia, la que me ayudó a descubrir mi vocación sacerdotal. Aparte de mis abuelos y padres, también estoy en deuda con mi tío, quien es un sacerdote religioso”.

Compañero inseparable de Francisco a lo largo y ancho de medio mundo, el cardenal se siente fascinado por la mirada especial que el Papa dedica a “los pobres y marginados”, que “siempre ha resonado en mí”, por lo que “compartimos esta perspectiva en común”.

Ala hora de organizar las visitas papales, él busca que se concreten “como peregrinaciones del sucesor de Pedro”. Una clave espiritual que, en definitiva, interpela al conjunto de la Iglesia. Y es que, “en vez de descansar en logros pasados”, esta “debe anunciar la Buena Nueva de la salvación. Como el Santo Padre nos recuerda constantemente, la Iglesia debe ir más allá de sus propias fronteras y alcanzar a los necesitados, apoyándose en la fuerza de aquel que se hizo débil, para hacernos fuertes”.

Frente al mal de la guerra

Algo esencial en un mundo convulsionado por numerosas guerras y, frente a las cuales, “el Papa invita a todos a promover una cultura del cuidado, convirtiéndonos en paladines de la fraternidad. En este sentido, en el mundo actual, afligido por la guerra, y para tener paz en el futuro, el diálogo y la amistad son fundamentales. Por ello, incluso cuando se está ante la tentación de la desesperación, los cristianos debemos continuar siendo personas de esperanza”.

Hoy, tras anunciarse su nombramiento como prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, Vatican News ha vuelto a contactar a Koovakad, que ha destacado su “alegría” y “mucha inquietud” por “la gran responsabilidad de suceder en el cargo a un hombre sabio y bueno como el cardenal Ayuso, y, antes que él, a un hombre de profunda fe e incansable constructor de paz como el cardenal Tauran”.

En cuanto a cómo favorecerá la convivencia interreligiosa, siente que su origen y experiencia vital pueden ayudarle en ese sentido: “Nací y crecí en una sociedad multicultural y multirreligiosa, donde se respetan todas las religiones y se garantiza la armonía. ¡La diferencia es una ventaja!”.

Francisco Avion Corcega

Semillas de fraternidad

El camino conjunto, por supuesto, “no está exento de riesgos, pues, como nos enseña el Papa, saliendo y caminando, siempre se arriesga algo”. Pero siempre merecerá la pena…, pues “esta actitud de apertura, de simpatía y de cercanía a otras tradiciones” es un motor en “la fe cristiana”, siempre “capaz de la inculturación”, ya que “los cristianos están llamados a ser semillas de fraternidad para todos”.

Esto “no significa renunciar a la propia identidad, sino ser conscientes de que la identidad no es ni debe ser nunca un motivo para levantar muros o discriminar a los demás, y siempre es una oportunidad para tender puentes. El diálogo interreligioso no es simplemente un diálogo entre religiones, sino entre creyentes llamados a testimoniar en el mundo la belleza de creer en Dios y practicar la caridad fraterna y el respeto”.

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