En el marco de su 128. a plenaria, los obispos peruanos han renovado su presidencia para el período 2025-2028. Es así como Carlos García Camader, obispo de Lurín, releva en la presidencia a Miguel Cabrejos, titular de Trujillo, quien comandó esta entidad durante cuatro periodos.
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Le acompañarán Jorge Izaguirre Rafael, obispo de Chosica, como primer vicepresidente; Luis Barrera Pacheco, obispo del Callao como segundo vicepresidente; mientras que Antonio Santarsiero Rosa, obispo de Huacho, será el secretario general.
Además han elegido a los miembros de su Consejo Permanente y a los presidentes de sus 13 comisiones y otros organismos.
Cercanía latinoamericana
Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) han felicitado a García por su elección como presidente: “Con gran alegría hemos recibido la noticia”. Toda vez que “hará un significativo aporte a la Iglesia que peregrina en su país”.
Auguran éxitos en la misión encomendada por sus hermanos obispos y, a la vez, extendieron sus parabienes a todo el nuevo tren directivo
Augurándoles “un fructífero servicio”, se unen espiritualmente “en acción de gracias y renovando nuestro compromiso de seguir creciendo como Iglesia misionera en salida y sinodal. Le aseguramos nuestra cercanía y oración por el buen desempeño de tan importante responsabilidad”.
Sobre el nuevo presidente
Carlos García Camader, de 70 años, nació en La Victoria, distrito de Lima, en 1954. Con 20 años ingresa al seminario mayor Santo Toribio de Mogrovejo.
Cursó filosofía y teología en la Facultad de Teología Pontificia y Civil y en el Instituto Teresiano de la Universidad Gregoriana en Roma. El 11 de enero de 1981 recibe la ordenación diaconal y el 8 diciembre del mismo año su ordenación sacerdotal.
Entre sus diversos servicios están: rector del Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo en dos períodos: 1991-1996 y 1999- 2002. ejerció como párroco en Nuestra Señora de Fátima en el cercado de Lima y en Santa Beatriz, Lince.
Funciones en el episcopado
El 16 de febrero de 2002 el papa Juan Pablo II lo nombra obispo auxiliar de Lima y titular de la simbólica fue Villamagna en Proconsulari. Hasta que el 17 de junio es ascendido por Benedicto XVI como obispo de Lurín, jurisidicción sufragánea de Lima, cargo que ha ejercido hasta la fecha.
Desde agosto de 2023 ejercía como segundo vicepresidente del Episcopado. En esta instancia cumplí con varios cargos: secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Seminario y Vocaciones, presidente de la Comisión Episcopal del Apostolado Laical, del Área Episcopal de Evangelización y de la Comisión Episcopal de Liturgia.
También integró la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación (2015-2017) que recogió los testimonios de abusos del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC).