Silvia Martínez Cano: “Confesar la fe hoy es hacer la palabra ‘verbo’, acción gratuita y cuidado de la vida”

La teóloga ofrecía ayer una reflexión sobre el encuentro de Marta y María con Jesús en Betania, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

Silvia Martínez Cano: “Confesar la fe hoy es hacer la palabra ‘verbo’, acción gratuita y

En el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, la teóloga y artista Silvia Martínez Cano ofrecía ayer una reflexión sobre el encuentro de Marta y María con Jesús en Betania, resaltando la importancia de reinterpretar la fe trinitaria en el contexto contemporáneo.



Partiendo del relato del Evangelio de Juan, Martínez Cano destacó que “cuando Jesús se presenta en Betania, Marta y María están ya en el tiempo del duelo”. Sin embargo, la llegada de Jesús provoca una ruptura en este espacio, pues ambas hermanas “abandonan el espacio de la muerte” para salir al encuentro del Maestro.

En este proceso, Marta se convierte en un modelo de fe: “Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que había de venir al mundo”, confesión que, según Martínez Cano, “rompe el ritual de la muerte e ingresa en otra vida, una vida de luz y de paz”. Así, Marta, como portavoz de la comunidad cristiana, inaugura una tradición de fe que más tarde será desarrollada por la Iglesia.

La teóloga subrayó cómo esta confesión de fe se extiende a través de los siglos, culminando en el Credo de Nicea, que definió con claridad la naturaleza trinitaria de Dios. “Esclarece nuestra propia existencia y nos comunica con la estructura última del universo y la vida humana: la comunión y la participación”, afirmó. La Trinidad, explicó Martínez Cano, es “movimiento de donación y apertura, de receptividad y de encuentro”, un principio que sigue siendo central para la Iglesia actual.

“Ya no es lugar de duelo”

Además, la autora insistió en la necesidad de adaptar el lenguaje de la fe a los tiempos actuales. “Confesar la fe hoy no es solo confesarla con palabras y fórmulas de otro tiempo, sino hacer la palabra ‘verbo’, acción gratuita, movimiento que alienta la vida y cuida de ella para que no se apague”. Este esfuerzo, argumentó, implica inculturar la esencia trinitaria en el lenguaje y las prácticas del presente, creando nuevas formas de expresar la salvación de Dios.

Finalmente, Martínez Cano invitó a habitar el mundo “trinitariamente”, promoviendo el lenguaje de la hospitalidad, la resistencia y la resiliencia. “La casa que abandona Marta ya no será casa del duelo, sino el lugar de la mesa compartida de Jesús, el lugar de la fiesta, el lugar de la reconciliación”. Desde esta perspectiva, la teóloga llamó a hacer de la comunidad cristiana una “comunidad de encuentro y de amor abierta al diálogo”, recordando que “Dios Trinidad es comunidad perfecta” y que esta visión es el fundamento existencial de la vida cristiana.

En su intervención, Silvia Martínez Cano propuso actualizar el legado de Nicea en el tercer milenio, enfatizando que la doctrina de la Trinidad debe ser un marco regulador para vivir la fe desde la confianza y la ternura radical. “Si la naturaleza misma de Dios es estar en relación-con, entonces ‘Trinidad’ es el nombre del que es Dios-con-nosotros”.

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