José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada, ha presentado el nuevo Plan Pastoral Diocesano para los próximos años: una hoja de ruta por la que, dice, “caminar como nos pide el Papa Francisco”. “Es como una especie de orquesta de esta diócesis, en la que cada uno tiene una función, cada uno tiene un sonido, que ha de producirse en armonía, con lo cual hay que poner una partitura común para ver quién tiene que entrar en un momento, quién tiene que entrar en otro y salga una sinfonía”, explica Gil Tamayo.
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“En definitiva, se trata de coordinar la labor de la Iglesia para que cada uno no vaya por su cuenta, sino que, manteniendo lo propio, esté también en lo común, en lo que nos une a todos en una misma Iglesia”, continúa el arzobispo en un vídeo publicado en el canal de YouTube diocesano.
Sobre todo, subraya, se ha buscado “un conocimiento más cercano de la realidad, es decir, de cómo está la Iglesia de Granada”, ya que “en estos momentos no es la diócesis de hace 20 años ni 30 años. Hoy hay otras necesidades, hay una secularización…”.
Iglesia en salida
“Debemos saber cuáles son las necesidades a las que hemos de dar respuesta”, asevera el arzobispo. “Vivimos en un mundo polarizado y con la tentación es el individualismo, que cada uno vaya por su cuenta”. Ante esta realidad, aboga por “esta armonía que tiene que ser la diócesis con nuestros defectos, con nuestras carencias, pues tenemos que buscar ese terreno común en el que todos participemos”.
De esta manera, el nuevo plan es “la ruta” que marca el Papa de “una Iglesia en salida, una Iglesia cercana y una Iglesia que responde a la evangelización, al llamado del Señor a que todos anunciemos a Jesucristo con nuestras palabras pero sobre todo con nuestras obras”.