La obra conjuga violencia, sexualidad y crítica religiosa
Sancta von Paul Hindemith, Johanna Doderer, Johann Sebastian Bach, Born in Flamez, Stefan Schneider, Nadine Neven Raihani u.a. Opernperformance von Florentina Holzinger mit Paul Hindemiths Oper Sancta Susanna (Libretto: August Stramm), geistlichen Werken und Neukompositionen Musikalische Leitung: Marit Strindlund Regie und Choreografie: Florentina Holzinger Komposition und Arrangements: Johanna Doderer Komposition und Supervision Bühnenmusik: Born in Flamez Komposition und Sound Design: Stefan Schneider Komponistin und Produzentin: Nadine Neven Raihani Weitere Kompositionen: otay:onii, Odette T. Waller, Karl-Johann Ankarblom, Gibrana Cervantes, Christopher Kandelin, Josephinex Ashley Hansis Bühne und Kostüme: Nikola Knežević Lichtdesign: Anne Meussen, Max Kraußmüller Videodesign: Maja Čule Dramaturgie: Michele Rizzo, Judith Lebiez, Philipp Amelungsen, Fernando Belfiore, Miron Hakenbeck, Sara Ostertag, Renée Copraij, Felix Ritter Chor: Manuel Pujol Auf dem Bild Emma Rothmann, Sara Lancerio, Jasko Fide, Fleshpiece, Annina Machaz, Sängerinnen des Staatsopernchors Stuttgart Foto: Matthias Baus
Violencia, sexualidad, críticas a la religión… Todo esto y más es lo que ofrece la ópera ‘Sancta’, de Florentina Holzinger, la cual, después de haber pasado por Schwerin y Viena, se está representando en la ciudad alemana de Stuttgart y, tal como recoge la Agencia Católica de Noticias (KNA) en solo dos representaciones ha provocado que los servicios de emergencia tuvieran que atender a 18 personas.
Sebastian Ebling, portavoz de prensa de la Ópera de Stuttgart, explicó que, entre los afectados, hay personas que se han “caído y vomitado”. Pero ya la propia Ópera había advertido acerca de la representación: “El tema central de la velada es la espiritualidad, la sexualidad, pero también la crítica a la religión y una mirada crítica a la violencia religiosa y social. Los actos sexuales tienen lugar en el escenario”.
“No me sorprende que los espectadores y participantes tengan grandes problemas con la obra”, dijo el obispo de Stuttgart, Christian Hermes. “Florentina Holzinger mete el dedo sin piedad en la herida del gobierno patriarcal y clerical-religioso”, continuó, algo que considera “correcto e importante” porque hay “una mala historia de culpa en nuestra iglesia”.
Sin embargo, el obispo considera preocupante el hecho de que “los empleados y visitantes sean conducidos brutalmente hacia y más allá de los límites de lo que es estética y psicológicamente tolerable, que los sentimientos religiosos sean obscenamente violados contra toda corrección política cultivada y que se juegue deliberadamente con la salud mental de las personas”.