Las clarisas excomulgadas del convento de Belorado han rematado su campaña virtual de donativos. Después de un mes con una vía abierta de recaudación de fondos, las ex religiosas han logrado 2.723 euros de los 20.000 euros que se habían puesto como meta, el máximo en tiempo y cantidad que permite la plataforma PayPal que han utilizado como mediadora.
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En total, hay recibido el respaldo de 63 donantes. Aunque en los primeros días, se sumaron un grupo significativo de donaciones, lo cierto es que el tirón se fue reduciendo y finalmente han acumulado el 13,61% del techo marcado. Sin embargo, el hecho de que hayan sumado 2.723 euros en su campaña, no significa que vayan a recibir esta cifra íntegramente. A priori, según recoge PayPal en su portal digital, este tipo de iniciativas vinculadas a fundaciones benéficas implican una comisión del 1,90 por ciento, más un 0,35 euros por transacción.
¿Gran decepción?
Entretanto, algunos medios de comunicación han interpretado que este hecho habría generado una “gran decepción” en el grupo cismático. Sin embargo, a través de su cuenta de Instagram, la ex monjas dan “las gracias a todos por vuestras aportaciones”. “¿Decepcionadas?… ¡No!… ¡por siempre agradecidas!”, relatan a través de esta red social.
A la par, también dan las gracias por los mensajes recibido tras su última intervención televisiva, que tuvo lugar en la noche del 30 de julio en el programa ‘Código 10’ de Cuatro. En relación a esta entrevista en la que participaron dos de las ex clarisas, sor Israel y sor Paloma, hacen una valoración en un posteo de Instagram.
Contra el Vaticano II
De alguna manera, en su texto aseguran sentirse “estafadas”, remitiéndose a la descripción que el Código Penal hace de estafador, entendiendo que “es aquel que mediante un engaño bastante consigue que la víctima entregue ciertos bienes de forma voluntaria”.
“El engaño bastante que hemos recibido, no sólo nosotras, sino millones de católicos en todo el mundo, ha sido el llamado Concilio Vaticano II y el magisterio de él derivado, con la reforma litúrgica a la cabeza”, sentencian las religiosas excomulgadas. Incluso llegan a decir que se trata de “una reforma arbitraria que convirtió la misa católica en una celebración protestante y llena de Modernismo”. De la misma manera, apuntan que “decenas de herejes consiguieron infiltrar sus doctrinas en un falso concilio, los autores consiguieron que millones de católicos entregaran su fe”.
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Esta nueva reflexión digital entronca con el argumentario que han utilizado este mes en su ‘crowdfunding’ por su firmante, Laura Gil de Viedma, nombre civil de la priora defenestrada, sor Isabel de la Trinidad. “Pedimos ayuda para subsistir económicamente, dado que se nos han intervenido las cuentas bancarias y no podemos hacer frente a los gastos ordinarios de nuestra comunidad religiosa”, recoge la ex abadesa.
A la par, asegura haber sido víctima de “insultos, calumnias, desamparo, aniquilación de la buena fama, coacciones, intentos de usurpación de Administración y propiedades, amenazas de desahucio y una campaña de odio y desprestigio público en medios de prensa y televisión”. Desde el Arzobispado de Burgos han negado de forma reiterada estas acusaciones lanzadas por el grupo cismático, defendiendo la legitimidad de la intervención a las cuentas y bienes del convento, como respuesta al encargo realizado por la Santa Sede al arzobispo Mario Iceta como comisario pontificio para velar por el patrimonio eclesial.