La comunidad del Seminario Diocesano de San José, constituida por los formadores y los seminaristas de Burgos y de las diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Osma-Soria y Gitega (Burundi) va a ser recibida en audiencia por el papa Francisco el próximo sábado, 27 de abril.
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Esta visita llega tras la carta enviada al Papa hace unas semanas por la comunidad del Seminario, y entregada en mano el pasado 8 de febrero por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, durante su participación en la Asamblea Plenaria del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del que es miembro.
En ella, la comunidad le saludaba recordándole el vínculo que une a Francisco con Burgos. Y es que, cuando Bergoglio fue ordenado obispo auxiliar de Buenos Aires, recibió -como es tradición cuando se nombra un obispo auxiliar- el nombramiento también de una diócesis histórica, ya desaparecida. Él recibió la sede episcopal de Oca, una diócesis desaparecida hace 949 años, cuando su obispo fue trasladado de forma definitiva a Burgos, siendo antecesora de lo que hoy es la archidiócesis de Burgos.
También le contaban que este curso, la archidiócesis se encuentra celebrando los 125 años del Seminario de San José, y le manifestaban su interés por poder ser recibidos personalmente por él, en una visita similar a la que ya han realizado otros seminarios. Finalmente, también le adjuntaban una foto de las personas que componen la comunidad.
Para esta visita, la comunidad del Seminario estará acompañada por el arzobispo de Burgos. También se ha invitado a los obispos y equipos de formadores de las diócesis que tienen presencia en este centro de formación, así como al obispo de Palencia. Además, acudirán los miembros de la comunidad del Seminario Redemptoris Mater de Burgos.
Antes, los seminaristas de Madrid
El pasado 3 de febrero el papa Francisco recibía a los seminaristas de Madrid en audiencia en el Vaticano. “Nos ha hablado del peligro de las ideologías, como muchas veces nos dejamos atrapar por una fe ideológica, en la que no miramos a las personas, no reconocemos la verdad la fe porque las ideologías no nos permiten ver a los demás como lo que son, como hermanos”, exponía entonces uno de los jóvenes después de la cita papal.
“Ha abierto el corazón. Nos ha dado claves para la vida del seminario y la vida personal”, relató el arzobispo de Madrid, José Cobo, destacando que el pontífice había invitado “tanto a los seminaristas como a los formadores para discernir las situaciones y ponerlas a la luz de Dios, adentrarnos en el arte de pedir perdón y el arte de vivir dentro de la diversidad y la eclesialidad”.
