Rodrigo Guerra: “Es legítimo cuestionar el magisterio de un Papa, pero no desde la presión, sino con corrección fraterna”

El secretario de la Pontificia Comisión para América Latina abandera la fiesta de Santo Tomás de Aquino en la Universidad San Dámaso de Madrid

Rodrigo Guerra, en la Universidad San Dámaso de Madrid

El secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Rodrigo Guerra, considera que “es legítimo cuestionar el magisterio ordinario del Papa, pero cuidadito con hacerlo a través de medios de comunicación para ejercer presión, porque así no se ayuda al Santo Padre”. “Esta no acogida y eventual crítica se debe hace desde perspectiva evangélica, siguiendo el método de corrección fraterna que el propio Jesús establece”, expresó el filósofo mexicano. Amén de mostrar un respaldo explícito al papa Francisco, Guerra reconoció que Jorge Mario Bergoglio “ha irrumpido fuertemente en la historia de la Iglesia y  ha estado en el centro de muchas controversias que es necesario clarificar”.



Así lo expresó esta mañana en la Universidad Eclesiástica San Dámaso al compartir su ponencia ‘Una Iglesia en movimiento: la evangelización en América Latina en tiempos de cambio de época’. El responsable vaticano viajó hasta Madrid, invitado para celebrar la festividad de Santo Tomás de Aquino, para participar en un acto académico que presidió el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, que estuvo acompañado por el rector del centro de formación, Javier Prades.

La referencia guadalupana

Remontándose a cinco siglos atrás, en el comienzo de la evangelización del continente, subrayó cómo hasta que no tuvo lugar la aparición de la Virgen de Guadalupe no comenzó a ser asumido realmente por el pueblo indígena el cristianismo. “Surge así una síntesis original mestiza que dará lugar a una historia de inculturación del Evangelio, a una realidad no muy fácil de definir, no muy fácil de atrapar”, suscribió Guerra. “El Evangelio llega a América a través de María, es un hecho empírico sociológicamente comprobable”, añadió justo después.

“La fe en América Latina es muy plural y muy diversa, todos tenemos nuestros ‘moditos’ particulares, pero todos nos sentimos hermanos”, apuntó además el secretario de la Pontificia Comisión, lo que definió como “un sustrato cultural que se ha ido abonando en diferentes momentos”. Desde ahí, dedujo que “la Iglesia en América Latina se vive, se piensa y se camina con un solo corazón”. A la par, recordó que el 48% de la población católica en el mundo está en Latinoamérica.

Con estas premisas, repasó algunos hitos recientes de la Iglesia en el continente, como la creación de la Pontificia Comisión y del Celam, así como las Conferencias de Puebla y Santo Domingo, para detenerse Aparecida y en la creación de la reciente Conferencia Eclesial de la Amazonía. “Sinodalidad y comunión han estado presente desde el origen de la fe en América Latina, así como la opción preferencial por los pobres, lo que hace que todavía hoy sea un continente de esperanza”, concluyó.

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