Obispos de América Latina agradecen a la vida consagrada su compromiso y fidelidad por “los pobres y la madre tierra”

“Fieles a su vocación, valoramos en ellas y en ellos el llamado de Dios a descubrir su presencia en medio de nuestro pueblo”, sostienen

Este 2 de febrero, junto con la fiesta de la Presentación, se conmemora la XXVIII Jornada Mundial de la vida consagrada, por eso, desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) han expresado su cercanía a todos los religiosos y religiosas del continente.



“Fieles a su vocación, valoramos en ellas y en ellos el llamado de Dios a descubrir su presencia en medio de nuestro pueblo, como Iglesia en salida misionera, escuchando el clamor de los más pobres, custodiando la casa común, y tejiendo redes solidarias de fraternidad y sororidad allí donde la vida clama”, han expresado.

Los prelados han agradecido “su generosidad y fidelidad”, porque “no se puede comprender el proceso de evangelización de la Iglesia en América Latina y el Caribe sin considerar la vida consagrada”.

Fe, esperanza y caridad

Echando mano del horizonte inspirador de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) “Mujeres del alba”, los obispos destacaron que tanto consagrados como consagradas “sostienen y abren caminos de fe, esperanza y caridad”.

Además han destacado que desde “su pasión por Jesucristo y por la humanidad, como discípulos y misioneros” han trazado “itinerarios de justicia y paz a la luz del Evangelio, sin desanimarse ante las dificultades e, incluso, frente a la persecución”.

Aseguraron que la Vida Consagrada latinoamericana “siempre está en marcha y – en este tiempo marcado por la sinodalidad– nos anima a seguir caminando juntos con osadía, alegría y sencillez”.

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