“Apoyados por los santos y mártires que nos acompañan unidos desde el cielo, oremos y trabajemos incansablemente por la comunión y para contrarrestar la hambruna de paz que atraviesa muchas partes de la tierra, incluidas las diferentes regiones de las que procedéis”. Así ha comenzado hoy el papa Francisco su discurso durante el encuentro con los miembros de la comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales y los participantes en la visita anual de estudio de jóvenes sacerdotes y monjes de la Iglesias ortodoxas orientales.
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“Hoy es para mí una doble alegría recibiros”, ha continuado Francisco, “porque en este vigésimo aniversario de vuestra Comisión habéis querido estar acompañados por una delegación de jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias ortodoxas orientales. ¡Así la presencia de los jóvenes alimenta la esperanza y la oración guía el camino!”. Unas visitas que, para Francisco, “son preciosas porque permiten que el ‘diálogo de la caridad’ vaya de la mano del “diálogo de la verdad” que lleva a cabo vuestra Comisión”.
Diálogo de la caridad
Además, Francisco ha recordado las palabras de Juan Pablo II en la encíclica Ut unum sint : “El reconocimiento de la fraternidad […] va mucho más allá de un acto de cortesía ecuménica y constituye una afirmación eclesiológica básica”.
“En este sentido”, ha señalado, “estoy convencido de que el ‘diálogo de la caridad’ no debe entenderse sólo como una preparación al ‘diálogo de la verdad’, sino como una ‘teología en acción’, capaz de abrir nuevas perspectivas en el camino de nuestras Iglesias”. Así, “en un momento en que, gracias a Dios, las relaciones entre nosotros se intensifican, me parece hermoso releer nuestro tejido de relaciones desarrollando una teología del diálogo en la caridad”.
