El papa Francisco se reconcilia con Javier Milei: “Yo le hago fe siempre a los políticos”

Papa Francisco y Valentina Alazraki

“Recen por mi salud, la vejez no viene sola, la vejez no se maquilla, se presenta como es. Hay que saber aceptar los dones de la vejez, que uno puede hacer mucho bien desde otra perspectiva”. Con esta carga de ironía, buen humor y sabiduría, a punto de cumplir 87 años el Papa Francisco sale al paso de las preguntas de la vaticanista mexicana Valentina Alazraki sobre sus últimos achaques en una entrevista para el canal NMás con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe, que se celebró ayer.



“Estoy bastante bien”,  asegura el pontífice argentino, que explicita que “me siento bien, me siento mejorado, pero a veces me dice el médico que soy un imprudente, porque tengo ganas de hacer y de moverme, que, por otro lado, son buenas señales”.  

Viajes repensados

Consciente de sus limitaciones por la edad, desvela que “todos los viajes, especialmente los más lejanos, están repensados”. “Son límites que a uno le hace caer en la cuenta de que todo acá termina y empieza otra cosa”, admite. En relación con la agendade 2024, Francisco confirma a Alazraki su viaje a Bélgica y deja “pendiente” una visita a Polinesia y a Argentina. “Veremos cómo se va la cosa”, apunta, convencido de que “con el tiempo voy a ir retomando la cosa”.

Con la elección de Javier Milei como presidente de Argentina sobre la mesa y la animadversión manifestada contra el Papa, Francisco quita hierro al asunto: “En la campaña electoral se dicen cosas ‘en broma’, se dicen seriamente pero son provisorias para captar la atención, pero caen solas”. En un intento de destensar las relaciones con el nuevo líder argentino, el pontífice apunta que “hay que distinguir mucho entre lo que dice un político en la campaña electoral y lo que realmente va a hacer después, porque luego llega lo concreto y las decisiones”.  “Yo le hago fe siempre a los políticos”, expone en relación con su ‘reconciliación’ con Milei.

Dolor por Ucrania y Gaza

Al abordar la crisis bélica mundial, el Papa lamenta que “a lo de Ucrania nos hemos acostumbrado y es como si fuera el café con leche de cada día, pero sigue muriendo gente”. A la vez, confirma que llama “todos los días a la parroquia de Gaza” donde se refugian hasta 600 personas. “Lo que está pasando allí es de terror”, completa.

Durante el diálogo, Alazraki confiesa al Papa su percepción de que, tras el fallecimiento de Benedicto XVI, han arreciado las críticas a su pontificado y él se ha sentido más libre. Entre bromas, deja caer que “a algunos hay que pegarles un poquitito, a veces hace alguna reprimenda, a veces le digo a los papás que un papá que no casca de vez en cuando a los chicos, algo falla”. “A veces soy complicado y un poco impaciente, pero me aguantan, acá la gente de la Curia es muy buena”, añade en su reflexión. A la par, reconoce que “a veces los abuelos se ponen más bondadosos, es parte de la ‘añejidad’ de la vida”.

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