El cardenal José Cobo sobre el informe de Cremades: “Soy partidario de que nos dé el informe, pero que lo dé ya”

José Cobo, en la sede de Repara

Con el informe de Ángel Gabilondo publicado tras un trabajo de 15 meses, la Conferencia Episcopal sigue a la espera del resultado de la auditoría encargada hace 21 meses a Cremades & Calvo-Sotelo, cuando se preveía un trabajo de un año. “Hasta donde sabemos y percibimos, los mismos que están redactando el informe se están cortocircuitando entre ellos y se ha generado, al parecer, un lío interno que desde fuera hace que se perciba como una distorsión. Además, tengo la percepción de que no se habría hecho con todas las garantías, tengo mis dudas sobre el proceso. Sobre los plazos, nos argumentan que es por la complejidad del caso, pero a la vista está que el Defensor del Pueblo inició más tarde sus trabajos con un resultado interesante, por lo que no acabo de comprender la demora”, comparte con Vida Nueva el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo.



El 30 de octubre se celebró una Asamblea Plenaria Extraordinaria para tomar cartas en el asunto después de unas prórrogas constantes. “No todos los obispos pensamos igual y es de agradecer que mostremos nuestros pareceres distintos. Cuando hay que tomar una postura ante un tema de calado, la decisión debe ser lo más consensuada posible. Por eso se convocó la asamblea, en la que Javier Cremades intervino para explicarnos y poder tomar una decisión. Sin embargo, ante su exposición,  consideramos que era necesario darnos tres semanas más para madurarlo en la próxima Asamblea”. Tal y como ya pudo confirmar ‘Vida Nueva’, los obispos se mueven en un amplio abanico entre una ruptura total con el bufete a una solución diplomática.

En cualquier caso, Cobo reconoce que le condiciona ante el bufete “el desembolso que nos está suponiendo unido al constante aplazamiento, por lo que me planteo si no es mejor destinar todo ese montante a acompañar directamente a las víctimas e indemnizarlas”. Si dependiera de él la última palabra, el purpurado expone que “soy partidario de que Cremades dé el informe, pero que lo dé ya y así nos podemos poner a analizar las recomendaciones”. Pero, ¿qué espera de la auditoría?

La voz de las víctimas

“Se pretendía un informe independiente y los obispos tenemos que respetarlo. Por nuestra parte sería un error intervenir en su contenido para decir qué conclusiones dar. No quiero más números. Lo que espero es qué especifique qué cosas han fallado en la Iglesia y qué sistemas internos deberíamos remover en nuestras estructuras para que no vuelva a suceder. También me gustaría leer qué piden las víctimas. No sé si el informe incluirá esta voz de las víctimas en profundidad, pero lo que sí valoro del Defensor del Pueblo es cómo ha atendido a las víctimas y cómo ha escuchado y respetado sus narraciones”. De hecho, recuerda que “sí les advertimos a Cremades, al principio del proceso, que la manera de contactar y atender a las víctimas no había sido el adecuado porque generaba una revictimización y sé que lo cambiaron”. El resultado final tras este toque de atención, a la espera.

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