Hace menos de una semana que Rui Valério tomaba posesión y ya ha dado una pista de cuál es su postura ante el quehacer de la Iglesia para con las víctimas de abusos sexuales por parte del clero: la indemnización. Así lo expresaba, en declaraciones a la prensa, después de reunirse con António Costa, primer ministro de Portugal en el Parlamento del país.
- PODCAST: Despertemos a la Iglesia del coma
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Así, el nuevo patriarca afirmó su solidaridad con las víctimas de abusos, subrayando que cree en su “curación total” y que quiere ser “un obispo en el camino”. “Daré a la Iglesia de Lisboa lo que siempre he dado a lo largo de mi vida sacerdotal y luego como obispo: mi presencia, mi cercanía. Seré obispo en el camino, obispo en la calle, obispo entre el pueblo. Y es desde esta perspectiva que implementaré y alinearé mi acción”, afirmó.
Una palabra: esperanza
“Si hablamos de las víctimas, después de la solidaridad, después de mi presencia, después de vuestra centralidad, la palabra que hay que darles es esperanza”, dijo el nuevo patriarca de Lisboa, quien además incidió en la posibilidad que la Iglesia lusa indemnice a las víctimas de abusos, señalando que hay una “constancia” en el enfoque del episcopado ante este problema.
“Si la compensación monetaria es un apoyo para que la persona se sienta restituida en la totalidad de su condición de ser humano, en su capacidad de reconstruir su vida, tenemos que recorrer este camino”, afirmó.
