Recientemente el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, declaró ante una revista mexicana que el crimen organizado sí controla parte de los territorios mexicanos, lo que desató la crítica del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
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Entre otras cosas, Garfias Merlos comentó que esta realidad le será presentada al papa Francisco en la próxima visita ‘ad limina’ de los obispos del país al Vaticano, y llamó al presidente López Obrador a participar en un diálogo que busque la pacificación del país.
Llegó la hora
Este lunes 3 de abril, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús en México y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM) respaldaron la denuncia del arzobispo de Morelia y convocaron a un Diálogo Nacional por la Paz, el cual se llevará a cabo del 21 al 23 de septiembre en la Universidad Iberoamericana de Puebla, con el objetivo de elaborar una Agenda Nacional de Paz y articular las iniciativas locales.
“Es tiempo de convocar a los especialistas, de conocer las mejores prácticas locales, escuchar a las víctimas, a los indígenas, a los migrantes, tomar en cuenta a quienes han logrado sostener bajos índices delictivos en los territorios, a las iglesias, y a quienes están participando en los conversatorios por la paz y en los foros de justicia y seguridad”, señalaron a través de un mensaje al Pueblo de Dios.
Territorios gobernados por el narco
Desde el asesinato de los padres Javier Campos y Joaquín Mora en la Sierra Tarahumara en junio de 2022, estas tres instancias eclesiales han trabajado de la mano para llevar a cabo una serie de iniciativas que tienen como finalidad trabajar a favor de la pacificación del país.
Para la CEM, los jesuitas y la CIRM, el caso de los sacerdotes asesinados en Chihuahua es un caso emblemático de la violencia y de la descomposición social que se vive en el país, y en el que se encuentra la ceguera de quien, con un arma, se siente todopoderoso, la corrupción institucional y la impunidad que ha dejado escalar los niveles de la delincuencia.
Cabe mencionar que el pasado 21 de marzo el principal responsable del asesinato de los sacerdotes jesuitas, José Noel Portillo Gil, ‘El Chueco’ fue encontrado sin vida. Esto –señalaron los firmantes- sólo “muestra cómo los territorios son gobernados por economías criminales que han crecido ante el descuido del gobierno en todos sus niveles”.
Y añadieron: “Existe una urgente necesidad de revisar el sistema de justicia y de seguridad, por petición de muchas voces cualificadas de la sociedad civil, ante la indolencia de las autoridades políticas y la falta de resultados en las estrategias gubernamentales”.
También advirtieron que estas dinámicas delictivas ponen en riesgo la convivencia social, la democracia, la economía, el medio ambiente y el bienestar en los territorios. Es “una realidad compleja que necesita de una reflexión profunda en un diálogo que incluya a todos los sectores de la sociedad, y una situación que nos llama también, como Iglesia, a trabajar, junto con otros, para construir condiciones de paz en los distintos territorios”.
Es importante recordar que desde el asesinato de los jesuitas se ha venido impulsando un proceso para la pacificación del país a través de las cuatro acciones. la oración mensual de cada tercer domingo del mes; la plataforma digital ‘Enciende una luz por México¡ pidiendo por los desaparecidos y narrando su historia de dolor y de esperanza; la participación en los conversatorios por la paz y los foros de justicia y seguridad.
