Francisco pide mayores sinergias entre las universidades pontificias

“Esta multiplicidad de centros de estudio corre el riesgo de desperdiciar una energía preciosa”, advirtió el Papa ante 300 rectores y profesores de las instituciones superiores dependientes de la Santa Sede

El papa Francisco recibió este sábado, 25 de febrero, a 3.000 rectores y profesores de las Universidades e Instituciones Pontificias Romanas. “La universidad es la escuela del acuerdo y de la consonancia entre las distintas voces e instrumentos, no es la escuela de la uniformidad: no, es el acuerdo y la consonancia entre las distintas voces e instrumentos”.



La “inteligencia de la manos”

El pontífice les invitó a desarrollar una armonía que “exige ser cultivada en primer lugar dentro de vosotros mismos, entre las tres inteligencias que vibran en el alma humana: la de la mente, la del corazón y la de las manos, cada una con su propio timbre y carácter, y todas necesarias”. Hablando de la “inteligencia de las manos”, el Papa destacó que “es la más sensorial, pero no la menos importante. De hecho, puede decirse que es como la chispa del pensamiento y del conocimiento y, en cierto modo, también su resultado más maduro”.

Francisco recalcó que “se necesitan manos sensibles”. “La mente no será capaz de comprender nada si las manos están cerradas por la avaricia, o si son ‘manos agujereadas’, malgastando tiempo, salud y talentos, o si se niegan a dar la paz, a saludar y a estrechar otras manos”. Por ello pidió a los docentes que “sus manos sean ‘eucarísticas’ como las de Cristo y acompañando el tacto, en cada roce y apretón, con humilde, gozosa y sincera gratitud”.

 Sinergias eficaces

El Papa también advirtió que “a lo largo de los siglos, la generosidad y la previsión de muchas órdenes religiosas, inspiradas por sus carismas, han enriquecido Roma con un notable número de Facultades y Universidades. Hoy, sin embargo, incluso con menos estudiantes y profesores, esta multiplicidad de centros de estudio corre el riesgo de desperdiciar una energía preciosa. Así, en lugar de favorecer la transmisión de la alegría evangélica del estudio, de la enseñanza y de la investigación, amenaza a veces con ralentizarla y fatigarla. Debemos tomar nota de ello”.

“Urge iniciar un proceso que conduzca a una sinergia eficaz, estable y orgánica entre las instituciones académicas, para honrar mejor las finalidades específicas de cada una y favorecer la misión universal de la Iglesia”, reclamó el pontífice. Francisco pidió “no pelearse entre nosotros por llevarnos un alumno o una hora más”. Una dificultad que el Papa invitó a afrontar con creatividad para no convertirse en “una pieza de museo”. “El Dicasterio para la cultura y la educación, con mi mandato, os acompañará en este camino”, prometió.

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