El papa Francisco jubila a Javier Martínez como arzobispo de Granada

  • El Pontífice ha aceptado la renuncia presentada el pasado 20 de diciembre
  • Gil Tamayo le sucede después de haber sido nombrado coadjutor el 1 de octubre de 2022

El papa Francisco ha aceptado hoy la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Granada presentada por Francisco Javier Martínez Fernández el pasado 20 de diciembre, fecha en la que cumplía los 75 años y, según indica el Código de Derecho Canónico, todos los prelados deben poner su futuro en manos del Pontífice. Desde este momento, le sucede José María Gil Tamayo, arzobispo coadjutor nombrado por Jorge Mario Bergoglio en julio, y que tomó posesión el 1 de octubre de 2022 dejando en sede vacante la diócesis de Ávila.



En un comunicado del Arzobispado, la Iglesia de Granada reconoce que “durante estas dos décadas entre nosotros”, Martínez “ha desarrollado una gran labor en el ámbito pastoral, cultural y social con la puesta en marcha de numerosas iniciativas dirigidas a la formación del clero y a la renovación eclesial, con un profundo amor a la entera diócesis”. Martínez seguirá residiendo en Granada, pero su despedida oficial tendrá lugar en la Eucaristía que se celebrará el 25 de febrero en la catedral.

“La Archidiócesis agradece vivamente a D. Javier su generosa entrega a nuestra Iglesia particular, y le asegura su cercanía y oración, así como al nuevo pastor diocesano D. José María, al que manifiesta además la plena comunión y colaboración del clero, de la vida consagrada y de los fieles laicos. A ambos encomienda a la protección de Nuestra Señora de las Angustias y de san Cecilio, y a los demás santos y beatos granadinos”, subraya el comunicado.

“Perdón por los pecados”

En una carta a la diócesis al presentar la renuncia, Martínez consideraba “un privilegio” haber servido al pueblo santo de Dios en Granada todos estos años. Asimismo, agradecía “de todo corazón las innumerables ayudas a su ministerio, así como los testimonios de comunión y de amor a la misión de la Iglesia” recibidos.

Martínez aprovechaba también la ocasión para pedir perdón “por todos sus límites y por los pecados que haya podido cometer en estos años de ministerio”. Al mismo tiempo, se reafirmaba en su amor a esta Iglesia y a la Iglesia católica, y en su comunión plena, en su fidelidad y en su obediencia al papa Francisco, cabeza de la Iglesia y principio de unidad en la fe y en la caridad para todos”.

El pasado 1 de octubre, en la bienvenida a la diócesis de Gil Tamayo, Martínez le recibió con una homilía con grandes dosis de autocrítica. El arzobispo confesó que ya no tenía “la salud ni las fuerzas que tenía en aquel ya lejano 2003” cuando desembarcó en Granada. Echando la vista atrás a sus 19 años de pastoreo en Granada, Martínez mostró su “gratitud y alegría” por todo lo vivido.

Su misión: “Un amor torpe”

En julio, al conocerse la noticia del nombramiento de un coadjutor, Martínez enviaba una misiva a sus diocesanos en la que definía su misión en este tiempo como “un amor torpe, con muchas deficiencias, con muchos límites, pero con un deseo de dar la vida realmente por el Señor”.

Al hacer balance de su paso por Granada, reconoció que “amo y he amado profundamente a esta Iglesia”. “Y no solo a la Iglesia, sino también a los hombres y mujeres que viven aquí, y que tal vez están alejados de la Iglesia, muchas veces por culpa nuestra”, apostilló Martínez, que pedía “perdón si alguno se ha alejado por culpa mía”, reconociendo que ha dado su vida “por la misión”. “Dios mío, siento no haber servido a esta Iglesia como ella se merece, tantas veces, todos los días”, añadió entonces.

Al paso, el arzobispo de Granada, aplaudía el pontificado de Francisco y expresaba explícitamente su “fidelidad y obediencia sin fisuras al magisterio y a las indicaciones y al ministerio del Papa”.

¿Quién es Francisco Javier Martínez?

Francisco Javier Martínez nació en Madrid el 20 de diciembre de 1947. Fue ordenado sacerdote el 3 de abril de 1972. Es licenciado en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia Comillas (1973). Fue becario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1975-77). Después estudió en el extranjero: en Alemania (Sankt Georgen, Frankfurt a. M.), en la escuela Bíblica Francesa de Jerusalén (curso 78-79) y, finalmente, realizó Filología semítica en la Universidad Católica de América, en Washington, donde se especializó en lengua y literatura siríaca y fue profesor adjunto a la cátedra de siríaco. Obtuvo el doctorado en Filología y lenguas Semíticas en 1985.

Fue nombrado obispo auxiliar de Madrid el 20 de marzo de 1985 y recibió la ordenación episcopal el 11 de mayo del mismo año. El 15 de marzo de 1996 fue nombrado obispo de Córdoba, sede de la que tomó posesión dos meses después, el 18 de mayo. El 15 de marzo de 2003 se hizo público su nombramiento como arzobispo de Granada. Entró en la diócesis el 1 de junio de ese mismo año.

En la Conferencia Episcopal es miembro de la Comisión Permanente y de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y para la Educación y Cultura.

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