Finalizó el encuentro presencial de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní

Intercambio, reflexión, acuerdos, momentos compartidos y planificación fueron los signos de esta primera reunión de la Red

Después de tres días de encuentro presencial finalizó la primera reunión de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG) con el lanzamiento oficial en conferencia de prensa y una misa de cierre en la Basílica de Caacupé (Paraguay), presidida por el cardenal Adalberto Martínez, titular de Asunción, y concelebrada por el obispo de Reconquista y coordinador del nuevo organismo, Ángel Macín.



En su homilía, el arzobispo destacó que la Red “es una respuesta al llamado del papa Francisco a escuchar el clamor de los pobres, a cuidar de la fuente de la vida, que es el agua. Y la riqueza de la flora, de la fauna, del ecosistema y los diversos pueblos y comunidades que habitan en esta región de América Latina”.

Agregó que ante esta iniciativa eclesial para el cuidado de la casa común en esta región, Jesús sigue llamando a cada uno para ser pescadores de hombres, para llevar la buena noticia: “Los destinatarios privilegiados de la buena noticia siempre son los pobres, las personas más abandonadas y maltratadas”, indicó.

Hizo también un llamamiento por la tierra que clama y reclama otro rumbo. Por eso propuso “ser instrumentos del padre para que nuestro planeta sea lo que él soñó y para lo que fue creado”. Asimismo, señaló que para responder al proyecto de paz, belleza y plenitud y enfrentar esta crisis hace falta construir liderazgos que marquen el camino e incidan en normativas y políticas públicas para la protección de los ecosistemas frente a los sectores y grupos de poder económicos.

Martínez cree que estos intereses solo contemplan el lucro, sin pensar en las consecuencias y efectos destructivos e impacto que sus emprendimientos tienen en lo socio-ambiental, cultural y vida de los pueblos originarios, en la desaparición de la biodiversidad y en la pérdida de territorio, por el avance del modelo extractivista de producción, afectando el equilibrio del ecosistema.

La función insustituible de esta red será proteger la vida que se sostiene por el agua, el aire, la tierra, la biodiversidad, y las culturas de las poblaciones que habitan estos territorios, con sus efectos positivos para una región, y para el planeta. en el que vivimos. Destacó la importancia de trabajar en red con la participación activa de diversos sectores sociales, económicos, políticos, científicos y de las propias comunidades afectadas responde a la propuesta de una iglesia sinodal, misionera y samaritana.

La importancia de la red

Los referentes de cada uno de los países presentes (Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay), compartieron sus pareceres sobre la existencia de esta red, en una conferencia de prensa, transmitida por zoom y por el facebook de la red.

El coordinador de la REGCHAG dijo que esta red está inspirada en la encíclica Laudato ‘Si, y busca servir al territorio, profundizar en su conocimiento, y afianzar alianzas estratégicas. Ahora, con este encuentro se pudo realizar un primer diagnóstico de la realidad y plantear numerosos desafíos. Por su lado, Miguel Cruz, secretario Ejecutivo de la Red, dijo que la intención es escuchar los clamores de los pueblos y acompañarlos en su caminar frente a las  problemáticas que vivencian.

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), Pedro Jubinville, obispo de San Pedro, expresó que el lanzamiento es una alegría, y destacó que “la tierra misma nos invita a una comunión que traspasa las fronteras”. José Ibarra, vocero de la delegación de este país, indicó que como red se busca tener una actitud de escucha que conlleve a un compromiso, a acciones que se estuvieron identificando durante los días de encuentro que pudieran posibilitar mejores condiciones de vida en los territorios.

La Hna. Rosita Sidasmed, vocera de la delegación argentina, estimó que este espacio responde a los llamados que sentimos en los territorios que sufren la devastación como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola, la minería a cielo abierto y la tala de los bosques, entre otras situaciones.

La vocera de la delegación boliviana, Paulina Cuevas, saludó en su idioma indígena, denunció las heridas del territorio y resaltó el trabajo coordinado de esta nueva propuesta..

Como país observador estuvo presente Uruguay. Su vocero, Nelson Villareal, vocero de Uruguay, dijo que la armonía de la naturaleza y de la sociedad reclaman reconocer las formas de explotación de la naturaleza, excluyendo a la sociedad, y señaló que, cuando se abre una mirada distinta, se empieza a transitar la esperanza y a constituir otro modo de construir la realidad.

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