El mensaje del Papa para el adviento: “Dios se esconde en las situaciones más comunes y corrientes de nuestra vida”

  • Francisco preside la oración mariana del ángelus y ofrece su primera reflexión del nuevo año litúrgico que comienza este domingo
  • El pontífice hizo un llamamiento para que Israel y Palestina detengan la escalada de violencia y rezó por el mendigo fallecido por el frío en la propia Plaza de San Pedro

La primera reflexión de este Adviento del papa Francisco ha sido durante el rezo del ángelus. El pontífice presidió la oración mariana desde la ventana del Palacio Apostólico y dirigió su mensaje al inicio del nuevo años litúrgico a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. Además, entre sus saludos, Francisco denunció el aumento de la violencia y desencuentros que en los últimos meses se han producido entre Palestina e Israel, como los últimos atentados de esta semana. “La violencia asesina el futuro, destrozando la vida de los más jóvenes y debilitando las esperanzas de paz”, declaró pidiendo un esfuerzo a las autoridades de ambos bandos en la confianza recíprica y una oración por las familias de las últimas víctimas. También recordó a las víctimas del aluvión que ha sufrido la isla de Ischia y al mendigo Burkhard Scheffler que murió de frío en la columna de San Pedro hace unos días. No ha olvidado tampoco al martirizado pueblo ucraniano y a los participantes de diferentes encuentros.



Una promesa

Del evangelio del día, el Papa destacó la promesa de que “Vendrá tu Señor” como una consigna de este tiempo de Adviento. Esta es “el fundamento de nuestra esperanza, es lo que nos sostiene incluso en los momentos más difíciles y dolorosos de nuestra vida: Dios viene”. “No lo olvidemos nunca. Siempre el Señor viene, nos visita, se hace cercano, y volverá al final de los tiempos para acogernos en su abrazo”, señaló. Por ello, el pontífice invitó a preguntarse “¿cómo viene el Señor?”

“Tantas veces hemos escuchado que el Señor está presente en nuestro camino, que nos acompaña y nos habla”, prosiguió el pontífice advirtiendo que “tal vez distraídos como estamos por tantas cosas, esta verdad nos queda sólo en teoría; o nos imaginamos que el Señor viene de una manera llamativa, tal vez a través de algún signo prodigioso”. Y es que, añadió, “Dios se esconde en las situaciones más comunes y corrientes de nuestra vida. No viene en acontecimientos extraordinarios, sino en cosas cotidianas. Y ahí, en nuestro trabajo diario, en un encuentro fortuito, en el rostro de una persona necesitada, incluso cuando afrontamos días que parecen grises y monótonos, justo ahí está el Señor, llamándonos, hablándonos e inspirando nuestras acciones”, recalcó.

Despertar del sueño

“¿Cómo reconocemos y acogemos al Señor?”, se preguntó además Francisco. Para el Papa, “debemos estar despiertos, alertas, vigilantes” ya que “existe el peligro de no darse cuenta de su venida y no estar preparados para su visita”. Por eso Jesús advierte de la importancia de esta vigilancia que es “capaz de discernir la presencia de Dios en la vida cotidiana” frente a las distracciones.

Por ello, Bergoglio invitó a que, en Adviento, “¡sacudamos nuestro letargo y despertemos de nuestro sueño!” Para ello propuso unas preguntas clave: “¿Soy consciente de lo que vivo, estoy alerta, estoy despierto? ¿Estoy tratando de reconocer la presencia de Dios en las situaciones cotidianas, o estoy distraído y un poco abrumado por las cosas?” Por ello advirtió que “si no somos conscientes de su venida hoy, tampoco estaremos preparados cuando venga al final de los tiempos”.

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