Los obispos alemanes no tomarán ninguna decisión “sin contar con la Iglesia universal”

  • El presidente del Episcopado dice que vuelven a casa “animados” por el papa Francisco
  • Bätzing: “No queremos otra Iglesia, ni siquiera la protestantización, sino una Iglesia católica mejor”

No, no habrá cisma. La visita ‘ad limina’ de los obispos alemanes al Vaticano ha concluido en un ambiente de escucha y entendimiento. Eso sí, después de que la Curia –y el propio Papa– hayan dedicado al Episcopado alemán más reuniones y tiempo del habitual. Hoy, sin embargo, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, aseguraba en una rueda de prensa que vuelven a casa “animados” por Francisco.



“La visita ‘ad limina’ ha consistido en tratar la emergencia de la sinodalidad: escuchar, sopesar, y dejar que el otro se mantenga firme”, ha explicado Bätzing. Sin embargo, ha aclarado que la Iglesia alemana “no sigue su propio camino y no tomará ninguna decisión que solo sería posible en el contexto de la Iglesia universal”. Lo que pretende, de hecho, es “dar respuesta a las preguntas que hacen los creyentes”.

“Experimentamos estas preguntas en nuestro Camino Sinodal y hemos tratado de transmitírselo a Roma”, aclaró el prelado. “La conversación con el Papa nos animó, porque nos ha dejado claro que las tensiones son necesarias y que la resolución requiere valentía y paciencia”. Tanto es así que, según ha señalado Bätzing, en Roma llegaron a “discutir el asunto en un tono duro y autoritario, y sentimos que el diálogo puede y ha tenido éxito de esta manera”.

“No queremos la protestizanción”

Durante su discurso ante los jefes de los dicasterios del Vaticano, Bätzing, aseguró que los alemanes “no quieren otra Iglesia”, ni siquiera la “protestantización”, sino “una Iglesia católica mejor, que viva desde la dimensión sacramental”.

Ladaria y Ouellet hablaron “con franqueza y claridad de las preocupaciones y reservas sobre la metodología, el contenido y las propuestas del Camino Sinodal, proponiendo, en beneficio de la unidad de la Iglesia y de su misión evangelizadora, que las peticiones surgidas hasta ahora se incluyan en el Sínodo de la Iglesia universal”, explican en el texto.

Tras esta introducción, diferentes miembros de la Curia y prelados alemanes mantuvieron casi cuatro horas de diálogo abierto. Según señalan en el texto pactado, “surgió la importancia y también la urgencia de definir y profundizar en algunas de las cuestiones destacadas, por ejemplo, las relativas a las estructuras de la Iglesia, el ministerio sagrado y el acceso a él, la antropología cristiana, etc.”.

Ambas partes señalan, aunque sin identificar de que lado viene, que se propuso aplazar el Camino Sinodal Alemán, una idea que “no encontró espacio”. Eso sí, todos llamaron a “fomentar una mayor reflexión y escucha mutua a la luz de los malentendidos que han surgido”.

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