Chile: el nuncio visitó la arquidiócesis de La Serena

Durante un intenso recorrido de 4 días fue recibido por decenas de comunidades y presidió la celebración de la Virgen de Andacollo

“Lo esperábamos con ansias, estábamos con mucha motivación de participar y escuchar la voz del Espíritu que habla a través de él. Ha sido gratificante escuchar su testimonio y con eso renovar el proceso vocacional de cada uno, en este servicio gratuito que el Señor nos pide a través de nuestra Iglesia”, dijo la hermana Claudia Figueroa, integrante de la Pastoral Vocacional. El Nuncio había aterrizado en La Serena el día anterior y concluía su primera reunión con sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, a quienes entregó el testimonio de su vocación, lo que fue gratamente acogido.



“Vengo con mucha gratitud por la invitación que me ha extendido el arzobispo René Rebolledo para conocer la Arquidiócesis, que no había tenido la posibilidad de visitar producto de la pandemia. Me alegra mucho tener la posibilidad de compartir con las vicarías, encontrarme con los sacerdotes, religiosas y diáconos, conocer lo que la Iglesia está haciendo en la zona y, también, traer el saludo y la cercanía del Santo Padre”, expresó Alberto Ortega Martín.

En los 2 días siguientes, el Nuncio visitó las 4 vicarías que agrupan a todas las parroquias, compartiendo con agentes pastorales y participando en algunas de sus actividades habituales.  

Encuentro fraterno y sinodal

En la Vicaría del Elqui, Ortega participó en un momento de oración seguido por un diálogo con integrantes de las parroquias. Luis Cortés, coordinador del consejo pastoral de la parroquia de Algarrobito, dijo que fue “un encuentro fraterno y sinodal. Respondió a nuestras preguntas y demostró ser un pastor muy cercano, transmitiendo el mensaje del Papa para nosotros. Ha sido un encuentro muy gratificante”.

Después de 3 años el pueblo de Andacollo volvió a recibir miles de peregrinos que subieron hasta el templo que mantiene la imagen de la Virgen venerada en una antigua tradición con bailes religiosos y una profunda devoción.

Otra vez, como se hacía antes, la Misa se celebró en el atrio del templo presidida, esta vez, por el Nuncio Apostólico quien dijo que es “una celebración muy bonita y conmovedora. Es una expresión de un amor grande a la Virgen, de fe y alegría, porque el Señor llena nuestro corazón y acompaña incluso en los momentos más difíciles, al igual que su Madre, la Virgen María. Por eso me alegra ver este amor tan entrañable a Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, que se expresa de diversas formas, por lo que me voy muy agradecido por haber tenido la posibilidad de participar en esta peregrinación”.

Saludo de los bailes religiosos

Por su parte, el Rector del Santuario, Adam Bartyzol, expresó que lo vivió “con el corazón muy apretado de alegría y con lágrimas de emoción en los ojos. Lo esperábamos durante mucho tiempo, el que fue muy difícil. Necesitábamos este día tan festivo, solemne y alegre, en donde mirando con mayor tranquilidad el rostro de nuestra Madre, agradecerle que nos ha cobijado durante los momentos de mayor dificultad”.

Concluida la Misa, la imagen de Nuestra Señora del Rosario fue trasladada hasta el atrio de la Basílica para permitir que los peregrinos entreguen su saludo y los bailes religiosos realicen sus manifestaciones devocionales.

Por la tarde, se recuperó la tradición de salir en procesión por las principales calles de ese pueblo minero, acto muy esperado por los integrantes de los Bailes, cuyo Cacique General, Jaime Guerrero, calificó como “un momento de mucha alegría para nosotros, especialmente para mí, ya que después de 3 años en que no nos habíamos podido encontrar, estuvimos presentes nuevamente en esta Fiesta. Agradecer todos los esfuerzos y esperamos que en diciembre podamos tener una linda Fiesta Grande”.

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