Iglesia por el Trabajo Decente denuncia el “alto desempleo estructural” en España

La iniciativa ha publicado un comunicado con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, del próximo 7 de octubre

La actual situación inflacionista, provocada inicialmente por el aumento desmesurado de los beneficios de las empresas de energía, tiene como consecuencia directa el crecimiento del coste de la cesta de la compra y de la vida de las familias trabajadoras. Este contexto es también una amenaza para el empleo que sigue tensionado por el impacto de la pandemia. Con una tasa de desempleo de más del 12%, la iniciativa Iglesia por un Trabajo Decente (ITD) denuncia que “aún quedan demasiadas situaciones de vulnerabilidad vinculadas al trabajo en nuestro país”.



En su manifiesto, titulado ‘Sin compromiso no hay trabajo decente’, (archivo adjunto) hecho público con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, del próximo 7 de octubre – “para celebrar y reivindicar el trabajo como derecho y actividad para el cuidado de las personas, del bien común y del planeta”-, subraya que “todavía hay millones de personas trabajadoras que siguen sin poder acceder a un empleo de calidad”. “El alto paro estructural y el empleo precario aqueja a miles de personas, sobre todo mujeres y jóvenes”, apunta.

Es el caso de Rosa Casillas. Al igual que muchos jóvenes en nuestro país, esta educadora ambiental hace malabares todos los meses para llegar a fin de mes. “Es una situación que vivo con agobio, ya que hay semanas que compagino cuatro trabajos, uno más estable por las mañanas y otros por las tardes y fines de semana. Es frustrante ver cómo a veces ni con todo mi esfuerzo es suficiente para ahorrar por si viene un mes malo. La temporalidad, el pluriempleo, la inestabilidad horaria. No entiendo por qué los jóvenes tenemos que sufrir una precariedad tan denigrante para intentar tener una vida digna”.

Salarios y subida de precios

Frente a esta situación, ITD reivindica “la necesidad de seguir vigilando y regulando las condiciones laborales para que sean decentes”. Reclama también que se incorpore a la agenda política la atención de las causas que provocan esta “tragedia tan extendida” de siniestralidad laboral, ya que “dos personas trabajadoras mueren cada día en nuestro país, como resultado de no garantizar la seguridad y salud en el trabajo”.

Para ello, hace un llamamiento “al Gobierno y a los agentes socioeconómicos a comprometerse con el empleo de calidad en un contexto inflacionista de subida de precios que no pueden soportar los salarios de las personas trabajadoras”. “El compromiso de quienes son sensibles a estas situaciones son una respuesta necesaria”, subraya.

En este sentido, la iniciativa urge analizar la propuesta del papa Francisco de reducir la jornada laboral (sin que ello redunde en bajada salarial) como medida de creación de trabajo decente. Asimismo, considera que debe “aflorar el trabajo que se desarrolla en el ámbito de los cuidados y convertirse ya, en trabajo decente”.

Siguiendo el lema ‘Sin hombres y mujeres comprometidas, no será posible el trabajo decente’, ITD anima a participar en los actos reivindicativos y celebrativos en todas las plazas y parroquias de las diócesis. “Que esta toma de conciencia se vaya convirtiendo en compromiso diario por el trabajo decente”, pide la iniciativa en su manifiesto.

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