Fue en el verano de 1978 cuando Amalia Luciani se encontró por última vez con su tío Albino. En aquel momento él era patriarca de Venecia, y la llevó en coche desde Canale d’Agordo hasta Belluno. Durante el viaje, le preguntó si podía ir a bendecir la casa de la joven, pero, por razones de tiempo, respondió que sería mejor hacerlo en otro momento. “Puede que no haya una próxima vez”, respondió Luciani. “Me preguntó si había colgado un crucifijo en casa y, a mi respuesta afirmativa, añadió que entonces era como si ya hubiera venido a bendecirla”.
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Poco después de esto, Albino Luciani entraría en un cónclave del que saldría con un nuevo nombre: Juan Pablo I. Este testimonio, tal como recoge Vatican News, se emitirá durante el programa “Juan Pablo I Beato”, que se emitirá en Telepace a partir de las 20.30 horas del jueves 1 de septiembre, en vísperas de la rueda de prensa de presentación de la beatificación del papa Juan Pablo I, que tendrá lugar en la mañana del viernes 2 de septiembre en la Oficina de Prensa del Vaticano.
Beatificación del “Papa de la sonrisa”
Entrando en el terreno familiar, la sobrina del Pontífice señala que “con sus sobrinas y sobrinos era un tío especial, de esos que todo el mundo desearía tener”. “Cuando volvía a casa nunca reprochaba nada a nadie, al límite tenía una cara seria y preocupada, pero luego siempre le volvía la sonrisa“, recuerda. Asimismo, recuerda que el Papa y su hermano, Edoardo Luciani, padre de Amalia, “estaban en sintonía, casi como dos amigos que quieren hacer travesuras juntos”.
Albino Luciani será beatificado en la basílica de San Pedro por el papa Francisco este domingo 4 de septiembre, convirtiéndose así en el sexto de los pontífices del siglo XX en llegar a los altares junto a Pío X, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II.
