Raymond Poisson: “El viaje del Papa a Canadá es un paso más para la reconciliación”

Presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de Canadá

Raymond Poisson es obispo desde 2012. Nombrado por Benedicto XVI auxiliar de Saint-Jérôme-Mont-Laurier, hoy pilota la misma diócesis, que cuenta con una treintena de parroquias y más de 400.000 fieles. Allí lo envió Francisco como coadjutor en 2018 tras un periplo de tres años en la diócesis de Joliette. Además, preside la Conferencia de los Obispos Católicos de Canadá. En medio de la visita del Papa al país, el prelado conversa con Vida Nueva sobre esta peregrinación “penitencial”.



PREGUNTA.- ¿Qué ha significado esta visita del Papa a Canadá para los pueblos originarios? ¿Y para los católicos? 

RESPUESTA.- La visita del Papa ha sido una oportunidad única para él, una vez más, de escuchar y dialogar con los pueblos indígenas, expresar su cercanía más sentida y abordar el impacto de la colonización y la participación de la Iglesia en el funcionamiento de los internados en todo Canadá. El Santo Padre se comprometió por primera vez a visitar Canadá después de aceptar la invitación de los obispos a finales de octubre de 2021.

En marzo/abril de 2022, más de 30 delegados indígenas en representación de las primeras naciones, ancianos métis e inuit, guardianes del conocimiento, supervivientes de escuelas residenciales y jóvenes, pasaron una semana en Roma, reuniéndose en privado con Francisco para compartir sus historias y discutir el trauma intergeneracional histórico y actual que continúa impactando a los pueblos indígenas.

Tras emitir una disculpa pública el 1 de abril de 2022, el Papa reiteró su deseo de viajar a Canadá para continuar el camino de sanación y reconciliación. Esta visita histórica también sigue a la declaración de disculpa de los obispos de Canadá a los pueblos indígenas de esta tierra, en 2021. En este sentido, los representantes indígenas han esperado la llegada del Papa con mucha esperanza, de ahí los momentos emotivos y, al mismo tiempo, reconfortantes que hemos vivido.

P.- Tras esta visita, ¿qué deberá hacer la Iglesia? 

R.- La delegación a Roma en abril pasado sigue a más de tres años de diálogo entre los obispos de Canadá y los indígenas, incluida la Asamblea de las Primeras Naciones (AFN), el Consejo Nacional Métis (MNC) y el ‘Inuit Tapiriit Kanatami (ITK), con el objetivo de aprender y discernir la mejor manera de apoyarlos en el camino de la sanación y la reconciliación.

A medida que continúa este diálogo, hemos tomado varios pasos importantes para el futuro, incluido el anuncio de 30 millones de dólares en apoyo para iniciativas de sanación y reconciliación, nuestro compromiso al garantizar que los documentos relacionados con las escuelas residenciales estén disponibles para los supervivientes y la continuación de nuestros esfuerzos para educar a nuestro clero, consagrados, y laicos en las culturas y espiritualidad indígena.

Existe un claro consenso entre los obispos canadienses de que se necesita hacer más para aliviar el sufrimiento histórico y actual causado por el sistema de escuelas residenciales. El viaje del Santo Padre a Canadá nos ha permitido estar juntos, caminar juntos, miembros de comunidades indígenas y no indígenas. Vivir juntos eventos fuertes y que hablen para nosotros, es beneficioso. La palabra, los gestos, la presencia del Santo Padre nos guía en la dirección que debemos tomar, nos abre caminos para seguir caminando juntos hacia la reconciliación, la sanación, para tener una visión de futuro.

Sanación y reconciliación

P.- ¿De qué manera se está haciendo cercana la Iglesia al dolor de los indígenas? 

R.- Su visita es un paso más de sanación y reconciliación. Este tema afecta a los supervivientes de las escuelas residenciales, pero también a cualquiera que haya sufrido dolor o trauma por parte de miembros de la Iglesia. Pero esta visita toca sobre todo la voluntad de la Iglesia de vivir con nuestros hermanos y hermanas indígenas nuevos proyectos de reconciliación, no solo disculpas.

La visita del Papa también puede tener un cierto efecto liberador, que permitirá dar un paso hacia la sanación de un gran número de víctimas de diferentes tipos de abusos, así como de sus familias, que viven el impacto multigeneracional. Obviamente, no todas las víctimas serán apaciguadas, pero para muchos será una oportunidad de escuchar y ver al Papa conmoverse por los testimonios escuchados. Los aborígenes dan mucha importancia a la relación, a la presencia. De ahí la importancia de que se haga en suelo canadiense y que asista la mayor cantidad posible de indígenas.

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