Holanda ante el Sínodo: una Iglesia más abierta, inclusiva y femenina

En el documento con las conclusiones de la fase diocesana se hace un llamamiento a crear “una comunidad abierta y hospitalaria donde todos puedan contribuir sobre la base de la igualdad”

La Iglesia católica en los Países Bajos ya tiene las conclusiones de la fase diocesana del Sínodo de la Sinodalidad, y es que quiere una Iglesia más abierta, inclusiva y con un papel fundamental de los laicos, especialmente de las mujeres.



Así lo expresa en el informe de 132 páginas que, tal como recoge el diario holandés Nederlands Dagblad, ha publicado la Iglesia holandesa y que es fruto del trabajo de los últimos meses llevado a cabo en sus ocho diócesis. El siguiente paso será elaborar un documento más amplio que se enviará a Roma antes del 15 de agosto para que sea puesto sobre la mesa del Sínodo junto a los informes del resto de países.

En el documento se hace un llamamiento a “una comunidad abierta y hospitalaria donde todos puedan contribuir sobre la base de la igualdad”, ya que, como han observado los fieles holandeses, “la Iglesia actualmente no cumple este deseo”. El informe de la archidiócesis de Utrecht, por ejemplo, afirma que “la Iglesia como ‘institución’ no evoca sentimientos seguros o cálidos, sino que se experimenta como rígida, distante e introspectiva”. Asimismo, apunta que se sigue viendo como una institución con un enfoque jerárquico de arriba hacia abajo.

El papel de las mujeres

Casi todas las diócesis mencionan de forma repetida que una Iglesia inclusiva no excluye a nadie por su género u orientación sexual. Por ello, los fieles desean “una Iglesia que ofrezca una mano extendida, en lugar de un dedo acusador, a todos, incluidos los católicos que están al margen de la misma, los divorciados que se han vuelto a casar, las lesbianas y los homosexuales”.

Además, el papel de la mujer también ocupa mucho espacio en los informes. “Den más espacio a las mujeres en el ministerio”, escribe la Diócesis de Breda. “Muchos apoyan las oficinas abiertas de la iglesia para hombres y mujeres, casados ​​y solteros”, resume la archidiócesis de Utrecht. Por su parte, la Diócesis de Haarlem-Amsterdam, considera que “además del deseo mencionado a menudo de que las mujeres sean incluidas en el ministerio, algunos sienten que se debe prestar más atención a lo que es posible, en lugar de lo que no está permitido”.

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