Máximo reconocimiento eclesial a Pepe Vacas, gitano y músico por la gracia de Dios

  • Le ha sido concedida la Medalla ‘Pro Ecclesia et Pontífice’, la máxima distinción que puede recibir un laico
  • Guitarrista en ‘La Murga’, pasar por los Cursillos de Cristiandad le llevó a dar testimonio de su fe en numerosos ámbitos

A Pepe Vacas todos le conocen en su Córdoba natal como “tío”. Y es que “el tío Pepe Vacas” es, sin duda, un personaje tan familiar como admirado por la sociedad local, especialmente por la comunidad cristiana. Hasta el punto de que, recientemente, ha sido reconocido por el Papa con la concesión de la Medalla ‘Pro Ecclesia et Pontífice’, la máxima distinción que puede recibir un laico.



Un homenaje más que merecido a un referente de la pastoral gitana que ha dado testimonio de Dios tanto en su compromiso desde los Cursillos de Cristiandad como a través de su arte, estando ante un músico y compositor con más de un centenar de creaciones. Esta vertiente artística se ha manifestado durante décadas en el grupo flamenco ‘La Murga’, con el que ha actuado como guitarrista en todo tipo de celebraciones religiosas, desde romerías a eucaristías.

El ejemplo de sus padres

Nacido en 1937 en la localidad cordobesa de La Rambla, su alma gitana y hondamente creyente ha marcado toda su vida. Empezando por el testimonio recibido en casa, siendo su madre, Rosario, una mujer entregada a la oración y su padre, Salvador, alguien generoso y volcado con cualquiera que pudiera atravesar por una situación complicada.

A nivel de fe, la experiencia que marcó a este padre de familia para siempre fue, en los años 70, cuando conoció los Cursillos de Cristiandad. Desde entonces, fue alguien muy comprometido en la evangelización, recorriendo numerosas localidades para ofrecer su testimonio en encuentros con los interesados en profundizar en esta experiencia en clave de fe.

Compromiso con la pastoral penitenciaria

Además, a día de hoy, sigue volcado en todo aquello en lo que cree que pueda ser útil: desde su implicación en la Adoración Nocturna (donde ya es todo un veterano) a impartir cursos prematrimoniales o catequesis, pasando también por su compromiso con la pastoral penitenciaria, visitando habitualmente a muchos presos.

Volcado también muy activamente con la Pastoral Gitana de Córdoba (desde los tiempos en que era el Secretariado), Pepe Vacas siempre llama a todos los gitanos a vivir fieles a sus raíces hondamente espirituales. Compromiso que le ha llevado mucho más allá de su tierra, participando activamente en todos los encuentros nacionales de pastoral gitana a los que puede ir.

Pepe Vacas, pastoral gitana

Encuentro con el Papa

Y no solo en España… En 2015, cuando tenía casi 80 años, lideró la comitiva nacional que se encontró en el Vaticano con el papa Francisco en un encuentro con gitanos de todo el mundo. Todos los miembros de la expedición española estuvieron de acuerdo en que, por su prestigio y carisma, debía ser él quien saludara a Bergoglio en nombre del resto. Una experiencia que jamás olvidará y que ahora se ha visto culminada con la concesión de la Medalla ‘Pro Ecclesia et Pontífice’.

Y es que, como proclama siempre Francisco, el mejor modo de testimoniar a Dios es con el ejemplo de la propia vida. O cantándole flamenco.

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