Chile: el obispo de Temuco recibe la Santa Unción

  • Ha reducido sus actividades desde hace casi un año, mientras se trata un cáncer gástrico terminal
  • Delegó en su vicario general gran parte de las actividades ordinarias

El Obispado de Temuco informó el jueves pasado que “en horas de esta mañana (…) el obispo diocesano recibió de manos del Pbro. Juan Andrés Basly, vicario general, el sacramento de la Santa Unción”. A continuación, piden a la comunidad diocesana intensificar su oración por el Pastor, Héctor Vargas, “quien se encuentra en un delicado estado de saludo y encomendarlo al Señor”, concluye el comunicado.



En mayo del año pasado, un medio de comunicación local informó de la preocupación en la comunidad eclesial local por la salud del Obispo. “Se filtró un mensaje, dijo el medio, que se envió por mensajería de texto la semana pasada a las comunidades católicas, sacerdotes y diáconos, en donde el mismo padre obispo habría informado al respecto para la tranquilidad de los miembros del clero y feligreses. En dicho mensaje se acota que debido al lamentable descubrimiento de un cáncer gástrico que aqueja a monseñor Vargas, durante los próximos meses deberá limitar sus responsabilidades como pastor y de esta manera enfrentar la terapia que determine su médico tratante”.

“Me ha cambiado la vida”

El tratamiento ha sido con quimioterapia. Entrevistado por el diario El Mercurio, en septiembre pasado, dijo: “debo decir que lo considero un regalo porque, la verdad, esto me ha cambiado la vida. Me ha dado mucho que pensar sobre el ministerio episcopal, sobre mi tarea de pastor. Pensar mucho, también, en el pueblo de Dios, ahora que paso casi todos los días en el hospital, donde comparto con tanta gente que está pasando por lo mismo y que son muchos, y de edades tan distintas. Poder compartir con ellos, poder hablar la situación en que estamos, tan dura y sufriente, considero que el Señor me concedió un regalo con esto. Por lo menos a mi vida le ha hecho un bien muy grande. Y a mi mirada de pastor también”, dijo Vargas.

En esa entrevista el obispo confesó su reacción ante los primeros resultados de los exámenes. “Les pedí a los médicos que fueran muy claros conmigo, dijo Vargas. Me dijeron que sí, que era terminal. Y dije, bueno, hay que empezar a preparar las cosas. Ordenar todo, nombrar un vicario general que asuma una cantidad de responsabilidades de la administración ordinaria; yo, quedarme con lo extraordinario. Después, cómo organizar la diócesis, el clero, el laicado, las religiosas. Me interesaba que todo quede para el sucesor de la mejor forma”.

Dedicación al pueblo mapuche

Vargas nació en Valdivia, en diciembre pasado cumplió 70 años, después de estudiar en el colegio salesiano, ingresó a la congregación donde fue ordenado sacerdote en 1980. Además de los habituales estudios de filosofía y teología, se tituló de profesor en la Universidad Católica de Santiago y es magister en Ciencias de la Educación por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma.

En 2003 fue llamado al episcopado y designado obispo de Arica donde convocó al primer sínodo diocesano. En 2013 fue trasladado a Temuco, capital de La Araucanía, donde ha destacado por su dedicación y liderazgo en la relación con el pueblo mapuche.

Entre 2015 y 2016, presidió la Comisión Asesora Presidencial de La Araucanía instituida por la presidenta Bachelet, que concluyó con 70 propuestas contenidas en el Informe entregado al gobierno. Aunque había 12 prioritarias “ninguna se consolidó”, dijo el obispo. La situación de violencia continuó avanzando, ante lo cual Vargas viajó a Roma a pedirle al Papa que en su viaje a Chile (en enero de 2018) visitara La Araucanía. Lo hizo como una medida desesperada, ha dicho. El Papa Francisco estuvo en Temuco donde entregó un hermoso y profundo mensaje en su homilía. Esto motivó la visita del Ministro de Desarrollo Social del gobierno del presidente Piñera, quien dirigió una comisión que elaboró un Plan con 300 proyectos. El homicidio del joven mapuche Camilo Catrillanca, por disparos de la policía, provocó tal crisis que ese plan fue postergado.

La última oportunidad

Sus actuales expectativas están en el trabajo que realiza el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, con sede en Noruega, invitado a colaborar en el conflicto de La Araucanía. Vargas motivó que 6 universidades de la Región pidieran a ese Centro su colaboración y ha iniciado un trabajo intenso, al que se han sumado otras organizaciones locales.

“Cuando yo digo que esta es casi la última oportunidad que tenemos, explica el obispo, es porque aquí hay un pueblo que lleva 200 años esperando que se cumplan las promesas, que haya voluntad política para hacerlo. Dejaron de creer en el Estado y las instituciones, y también en la Iglesia. Y bueno, si no logramos que este diálogo por la paz realmente pueda llegar a su término, sería tremendo”.

En la Conferencia Episcopal presidió el área de Educación donde también destacó priorizando la postura de la Iglesia ante procesos de reforma en las leyes de Educación. Sin embargo, ha sido el conflicto de La Araucanía en el que ha tenido un protagonismo mayor. Ha sido uno de los muy escasos obispos chilenos involucrados en problemas sociales del país de modo permanente, intenso y contribuyendo con mucha dedicación. No pierde ocasión para intervenir, sea en su columna semanal en el diario local o entrevistándose con la presidenta del Senado cuando ella visitó Temuco.

En los últimos meses ha debido bajar sus actividades. Ahora recibió la Santa Unción de los enfermos.

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