El Sínodo de las mujeres: la fase diocesana en España revela un 70% de participación femenina

El balance del camino que se ha recorrido hasta ahora en las diócesis se ha elaborado con las respuestas al cuestionario que, con este fin, envió el equipo sinodal de la CEE

Un 70% de mujeres y una edad media de entre 55 y 60 años. Este es el perfil que ha revelado la Conferencia Episcopal Española de los participantes en la fase diocesana del Sínodo de la Sinodalidad.



Y es que, tal como ha informado la CEE, el pasado martes los responsables de esta fase mantenían un nuevo encuentro conjunto con un doble objetivo: hacer balance de cómo se va desarrollando el proceso sinodal en este periodo intermedio y concretar cómo concluir el proceso en las diócesis y a nivel nacional.

El balance del camino que se ha recorrido hasta ahora en las diócesis se ha elaborado con las respuestas al cuestionario que, con este fin, envió el equipo sinodal de la CEE para crear una panorámica general sobre el camino que está recorriendo la Iglesia en España.

De esta manera, han definido que “hay un gran número de diócesis en las que están implicadas más de 100 parroquias“. Además, hay “muchas diócesis superan los 100 grupos y en varias, se han contabilizado más de 300”.

Dificultad para llegar a los alejados de la Iglesia

Según los datos recopilados en las diócesis, “no ha sido fácil llegar a las personas alejadas de la Iglesia”. Sin embargo, “sí se ha conseguido implicar a asociaciones civiles, miembros de partidos políticos, de prisiones, centros de acogida, universidades y centro educativos, o usuarios de servicios como Cáritas”.

Por otro lado, la encuesta revela que “la mayoría de las diócesis trabajan en una triple dirección: presentando lo que es y lo que implica el proceso sinodal con actividades por distintos puntos de la diócesis, elaborando materiales propios teniendo como base el Documento preparatorio del Sínodo y mediante encuentro formativos”.

Valoración general

En cuanto a la valoración del proceso sinodal “esta fase diocesana es prácticamente por unanimidad positiva, especialmente entre los laicos. Se habla de entusiasmo, interés, alegría, novedad, oportunidad, ilusión, y esperanza”.

Asimismo, se ha destacado especialmente el hecho de que “está ayudando a descubrir la corresponsabilidad, la necesidad del protagonismo de los laicos y a abrir nuevos horizontes de trabajo pastoral”. También se valora positivamente “que está sirviendo para tomar una mayor conciencia de comunidad parroquial y de acercamiento a la Iglesia”.

En estos meses de trabajo también se han detectado algunas dificultades a nivel externo e interno. “Respecto a las primeras, señalan la integración de la propuesta sinodal en los ritmos, planes y proyectos diocesanos que estaban ya en marcha y la pandemia, que ha impedido poder celebrar encuentros programados y reuniones de grupo”.

Mientras, a nivel interno, “destacan la falta de motivación, el desconocimiento de lo que es e implica la sinodalidad; la diferencias en los diálogos; y la dificultad para llegar a los alejados”.

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