Cristóbal Déniz (Gran Canaria, 1969) es el nuevo obispo auxiliar de Canarias. Francisco nombró el pasado 16 de febrero al sacerdote, hasta ahora vicario general de la diócesis pastoreada por José Mazuelos. En conversación con Vida Nueva, recalca que “necesitamos seguir profundizando y concretando la invitación del Papa a ser Iglesia en salida”.
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PREGUNTA.- ¿Cómo fue esa llamada del nuncio? ¿Se sabía en alguna terna o ha sido toda una sorpresa?
RESPUESTA.- La llamada del nuncio se produjo hace unos días, y fue ciertamente una sorpresa, no era consciente de que estuviera en alguna terna. Don José Mazuelos nos había compartido desde su llegada a la Diócesis la conveniencia de que hubiera un obispo auxiliar, pero no era consciente de que ese proceso de discernimiento de los candidatos se hubiera iniciado.
“La dimensión social ayuda a una presentación más completa de la fe”
P.- Al recibir un nombramiento así, supongo que uno se pregunta qué han visto en su persona. ¿Qué aportará el sacerdote Cristóbal Déniz a la Iglesia ahora como obispo?
R.- Comienzo una etapa nueva en el seguimiento de Jesucristo con la consagración episcopal y sé que ella requiere de mayor apertura a la gracia de Dios, para así poder vivir la alta exigencia del ministerio episcopal. Quiero vivirlo con espíritu de conversión y de aprendiz. Quiero vivirlo como una nueva llamada del Señor a dejarme hacer y llevar por él.
En los pocos más de 25 años de sacerdote que llevo, lógicamente se ha ido afianzando en mí unas convicciones y cuento con experiencia para la animación pastoral de la comunidad cristiana. Considero, además, que es fundamental partir de la dimensión orante, de una alta identificación con la Palabra de Dios y de tener, justamente, como programa de vida, el Evangelio.
Todo ello te lleva a vivir en la dinámica de la comunión en todos los ámbitos de la pastoral, a favorecer el trabajo corresponsable y a dar prioridad a la Evangelización en el discernimiento y en la acción pastoral.
Necesitamos seguir profundizando y concretando en la Diócesis la invitación del papa Francisco a ser Iglesia en salida. Hay, ciertamente, muchos campos de la pastoral que debemos seguir revisando y mejorando como es el de la iniciación cristiana, y hay otros aspectos que se deben potenciar porque ayudan a una presentación más completa de la fe cristiana. Me refiero a la dimensión social de la fe, desarrollada desde hace varios siglos de forma magistral por los distintos Papas, pero aún demasiado desconocida por la totalidad del Pueblo de Dios.
En un contexto social de creciente secularización, y prejuicios importantes sobre el ser y hacer de la Iglesia que influyen negativamente en muchas personas, el pensamiento social cristiano nos presenta un modelo de persona y de sociedad inteligente y plausible, que además da respuesta a los distintos dilemas humanos y sociales.
P.- Como profesor de Doctrina Social de la Iglesia, ¿qué ha significado para usted la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco, que hace una denuncia del neoliberalismo y recuerda a los gobernantes el significado de la buena política?
R.- La encíclica ‘Fratelli Tutti’ nos ofrece una presentación actualizada del pensamiento social cristiano ante el contexto de la postpandemia, pero también ante otros riesgos de la sociedad actual como el descarte mundial, derechos humanos no suficientemente universales y crecimiento de conflictos y miedos en el mundo, y la generación de respuestas escasamente solidarias. Es realmente una encíclica incisiva en el análisis de lo que acontece en el mundo y con propuestas claras para mejorar la convivencia mundial desde la amistad y la fraternidad.
La crisis económica del 2008 y la pandemia del coronavirus han visibilizado algunas debilidades importantes del modelo económico capitalista si éste no está asentado en un contexto ético y jurídico. Benedicto XVI en la encíclica ‘Caritas in veritate’ y Francisco en ‘Fratelli Tutti’ aportan importantes correcciones para una economía de mayor espesor ético y no solo centrada en una reivindicación de la autonomía absoluta de la economía en la sociedad. Esta es una aportación que ya aparece de manera clara con san Juan Pablo II en la ‘Centesimus annus’.
El planteamiento de buena política ofrecido por Francisco en ‘Fratelli Tutti’ reivindica una visión de la política con horizontes amplios y claros que superen las estrategias centradas en alcanzar o mantenerse en el poder. Francisco habla de una política de visión amplia y sana de la política con el objetivo de reformar las instituciones pensando en el bien común a largo plazo.
P.- En la reciente visita ‘ad limina’ de los obispos españoles pudo acompañar a Mazuelos a Roma. ¿Cómo vivió ese encuentro con el Papa?
R.- Ha sido el primer encuentro con el papa Francisco. Saludó a los acompañantes de los obispos –este era mi caso– de una forma breve, en los momentos previos al dialogo que iba a tener con ellos. Fue para todos muy emocionante.
Tuve, también, la posibilidad de saludar al papa san Juan Pablo II en otra visita ‘ad limina’ en el año 1998. Es un gran regalo para fortalecer la comunión con la Iglesia.
“La sinodalidad hará mucho bien a la maduración en la fe”
P.- En la diócesis es el responsable del proceso sinodal. ¿Cómo están trabajando esta fase diocesana? ¿Está la Iglesia en España todavía “verde” en materia de sinodalidad?
R.- En la Diócesis se creó una Comisión del Sínodo que ha elaborado diversos materiales para el trabajo en parroquias, comunidades y movimientos, además de propuestas específicas para infancia, adolescencia y juventud. La propuesta más importante ha sido la de realizar tres encuentros parroquiales, más una asamblea arciprestal y una asamblea diocesana que se realizará el sábado 23 de abril. Esta iniciativa la está trabajando en torno al 80% de las parroquias, además de distintas comunidades y movimientos. Realmente estamos satisfechos de la respuesta obtenida, aunque el objetivo es seguir avanzando hacia un modelo de Iglesia más sinodal, que es el gran objetivo que nos propone el papa Francisco.
Desconozco la realidad de otras diócesis respecto a la vivencia de la sinodalidad, pero creo que caminar en esta dirección hará mucho bien a la edificación de la Iglesia y al cuidado de la identidad y a la maduración en la fe del Pueblo de Dios.
P.- ¿Alguna petición confesable a la Virgen del Pino para que le ayuda en este nuevo ministerio?
R.- A Nuestra Señora la Virgen del Pino he encomendado especialmente esta etapa que se abre, pidiéndole que me ayude a hacer lo que Dios quiera y donde el quiera.
