Bilbao: primera (y única) diócesis en entonar un ‘mea culpa’ colectivo en misa por los abusos

La Vicaría General envió un nota para que fuera leída en las celebraciones del pasado fin de semana sobre las investigaciones que se están desarrollando en la Iglesia local

La Vicaría General de la diócesis de Bilbao ha remitido a todas las parroquias una nota sobre las investigaciones en curso que se desarrollan en materia de abusos desde el obispado. Este comunicado se ha enviado, a instancias del Consejo Episcopal, para ser leído en las celebraciones de este fin de semana. Una de las parroquias en la que se ha dado lectura ha sido la parroquia de San Francisco de Asís, de Gernika, donde el sacerdote Carlos Olabarri, director de la Comisión de Protección de Menores y Prevención de Abusos ha señalado con rotundidad que la víctima no es la Iglesia, ni los curas, ni las parroquias “las víctimas son los niños”.



Olabarri ha entonado el ‘mea culpa’ señalando que en esto “andamos demasiado tarde” y se ha “ocultado, encubierto y mirado para otro lado“, pero eso no quita que lo que se está haciendo ahora “carezca de valor”. En este sentido, en el comunicado se declara que “ante todo, asumimos nuestra responsabilidad por lo ocurrido. El hecho de que se trate de un problema extendido no nos exime de nuestras obligaciones morales específicas ante el conjunto de la sociedad”.

Una veintena de denuncias

La diócesis se muestra dispuesta a “escuchar a las víctimas, investigar, reparar y, sobre todo, sanar las heridas de quienes han sufrido cualquier tipo de abuso, independientemente del momento en el que se haya producido. Y ello porque el dolor padecido no prescribe”. Para ello, apuntan, se creó una comisión específica en 2019 en la que se “han recibido una veintena de denuncias, de las cuales 6 afectan a sacerdotes diocesanos”.

Dicha entidad diocesana está investigando todos los casos, incluso con “la colaboración de instituciones externas especializadas”, apuntan. “En todo momento, la Comisión viene informando y respondiendo a los requerimientos de las instancias públicas y judiciales relevantes en cada caso”, señalan. Para la diócesis, “las denuncias ayudan a aprender del pasado y son el mejor antídoto para que este tipo de situaciones escandalosas no puedan ya mantenerse ocultas, ni repetirse en el futuro”. Así, concluyen la nota invitando a denunciar cualquier comportamiento a las víctimas o sus personas cercanas.

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