Georg Gänswein: “No hay que elevar la cuestión de la vacunación al nivel de la fe”

El secretario particular de Benedicto XVI piensa que el Camino Sinodal alemán supondrá una “enorme decepción” para el pueblo

el papa francisco con georg ganswein

El arzobispo Georg Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI, ha concedido una amplia entrevista en la que denuncia que la Iglesia ja sido “excesivamente leal al Estado” en la aceptación de las restricciones sanitarias durante la pandemia del coronavirus. “Si el bienestar del cuerpo se coloca por encima de la salvación del alma, y esa no es solo una opinión mía, entonces algo anda mal”, reflexiona el purpurado curial.



¿Pastoral o higiene?

Gänswein critica en el número de diciembre de la revista Vatican Magazine el hecho de “que las autoridades eclesiásticas se adelantaran a veces a las directrices estatales y se mostraran tan excesivamente leales al Estado durante la crisis”. Para él, esto es algo nunca visto. Y por ello cuestiona, además, que “las normas de higiene han sustituido a la atención pastoral” en muchas parroquias alemanas.

Sobre la pandemia también señala que tanto él como Benedicto XVI se han vacunado ya con la tercera dosis contra el coronavirus “por convicción”. Sin embargo, advierte que “no hay que elevar la cuestión de la vacunación al nivel de la fe”. Gänswein recalca que no se debería obligar a nadie a vacunarse, solo “hay que apelar a la conciencia”.

“Abuso del abuso”

En la conversación también sale a relucir la asamblea sinodal que está desarrollando la Iglesia en Alemania. En este sentido, el secretario simpatiza con los obispos que consideran el Camino Sinodal como un “abuso del abuso” –expresión del obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, uno de los críticos del proceso–. Este proceso, advierte, busca “fustigar con reformas eclesiásticas internas que conducen fuera de la comunión con la iglesia universal”.

Gänswein lamenta que la asamblea, si no se reconduce, provocará una “enorme decepción” para el pueblo alemán. O los obispos ponen fin a las “exigencias irreales” de la asamblea, o advierte que “no serviría ni a la Iglesia en Alemania ni a la Iglesia universal”. Y es que el arzobispo lamenta que en los círculos de discusión se oye poco hablar sobre la “una profundización y renovación de la fe desde el establecimiento del catolicismo alemán”.

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