El 6 de marzo de 2018, después de 14 años desde que se iniciara la causa en la Congregación para las Causas de los Santos, el papa Francisco confirmaba la beatificación ‘in defensum castitatis’ –en defensa de su castidad– de Anka Kolesárová, una joven eslovaca que había sido asesinada, en 1944, por un soldado soviético cuando se resistió a ser violada por este. Hoy, el papa Francisco, ha conmemorado su memoria ante los jóvenes eslovacos. Pero, ¿quién era esta joven a la que el Papa hizo beata y que hoy es un referente para muchos jóvenes eslovacos?
- ?️ El Podcast de Vida Nueva: La Iglesia se mete en política… del encuentro
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Kolesárová nació el 14 de julio de 1928 en la antigua Checoslovaquia, hija de Ján Kolesár y Anka Kušnírová. Era la menor de tres hermanos y, a la muerte de su madre, cuando Anka apenas tenía 10 años, tuvo que hacerse cargo de la casa. Sus padres eran cristianos practicantes, pero pronto Anka comenzó a desarrollar una profunda fe que la hacía acudir a misa cada día.
Jesús, María y José junto a ella
Sin embargo, comenzó la Segunda Guerra Mundial y, antes de que esta viese su fin, un soldado del ejército rojo acabaría con la vida de Anka. Ocurrió el 22 de noviembre de 1944, cuando el ejército entró en la ciudad. La joven, de 16 años, estaba escondida con su padr, Ján, su hermano Michal y otros vecinos en el sótano de la casa. Un soldado ebrio les descubrió, y Jan animó a su hija a ofrecerle algo de comer.
Anka acompañó al hombre a la cocina, donde intentó violarla. Ella consiguió liberarse y corrió hacia el sótano. Allí fue donde el soldado la disparó, ante la mirada de su padre y su hermano. Más adelante, ellos mismos testificarían que las últimas palabras de la joven fueron “¡Adiós padre! ¡Jesús, María, José!“. Palabras muy similares a las que Francisco ha escogido como lema de su visita pastoral al país: ‘Con María y José camino de Jesús’.
