Pimientos rellenos ha sido el menú que ha preparado el pasado 7 de septiembre el fundador y hasta pocos años prior de la comunidad monástica de Bose, en el Piamonte italiano Enzo Bianchi. Lo enseñaba en sus redes sociales diciendo que se siente “exiliado en Turín” y que la soledad hace estragos.
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Vida comunitaria
“Queridos amigos, me estoy haciendo viejo y me cuesta visitaros. Vivo exiliado en Turín, solo, pero mi vocación es comunitaria, no hermética. Así que ven y en el almuerzo encontrarás sabrosos platos y conversaremos en paz. Hoy, pimientos dulces rellenos de carne y especias”, escribe en Twitter el monje laico de 78 años.
Este llamamiento deja en evidencia la soledad de quien dejó la comunidad definitivamente el pasado mes de juniotras una visita apostólica del Vaticano por problemas de autoridad con el nuevo prior, Luciano Manicardi. Parece que ahora ha asumido su nuevo rol, aunque lo lamentaba también en redes sociales: “Queridos amigos, durante unos días he estado en silencio y no os he enviado los pensamientos que han surgido en mi corazón, pero un movimiento agotador y doloroso me ha impedido hacerlo. Para nosotros, los ancianos, emigrar es un desgarro impensable, también porque nos preparamos para el éxodo final, no para cambiar de casa y de tierra”.
Cari amici sono invecchiato e ho difficoltà a venirvi a trovare.
Vivo in esilio a torino, da solo ma la mia vocazione
è comunitaria non eremitica. Perciò venite voi e a pranzo
troverete piatti gustosi e converseremo in pace.
Oggi peperoncini dolci farciti di carni e aromi. pic.twitter.com/8Q53KnY1t0— enzo bianchi (@enzobianchi7) September 7, 2021