Wuhan tiene nuevo obispo: ya son seis los ordenados tras el acuerdo entre China y el Vaticano

El franciscano Francesco Cui Qingqi fue ordenado hoy tras haber sido nombrado por el Papa el pasado 23 de junio

Obispo Wuhan China

Wuhan tiene nuevo obispo. El franciscano Francesco Cui Qingqi ha sido ordenado hoy tras haber sido nombrado por el papa Francisco el pasado 23 de junio. De esta manera, el religioso se convierte en el sexto prelado que toma posesión tras el histórico Acuerdo provisional para el nombramiento de obispos firmado entre China y el Vaticano.



El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmaba esta misma mañana la noticia tras las solicitudes de los medios de comunicación.

La catedral de San José de Wuhan acogió la ordenación episcopal. El prelado, de 57 años, fue elegido “democráticamente” el pasado 27 de septiembre por los organismos eclesiales vinculados al Partido Comunista Chino, como informa Asia News. Originario de la provincia de Shanxi pero ordenado sacerdote en Hubei, estaba al frente de la diócesis de Wuhan desde diciembre de 2012, cuando el anterior administrador, el padre Shen Guoan fue obligado a renunciar por su relación con el Partido Comunista.

Desde 2016, Cui Qingqiya es además el subsecretario de la Conferencia Episcopal China, organismo igualmente controlado por Pekín.

Acuerdo renovado

El Vaticano y China firmaban su acuerdo el 22 de septiembre de 2018, y volvía a renovarlo por un plazo de dos años más en octubre de 2020, tras valorar la “buena comunicación y colaboración” de ambas partes durante el primer periodo. “La Santa Sede, considerando que el lanzamiento de la aplicación del mencionado Acuerdo –de fundamental valor eclesial y pastoral– ha sido positivo, gracias a la buena comunicación y colaboración entre las partes en la materia acordada, pretende continuar el diálogo abierto y constructivo para promover la vida de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino”, señalaba el comunicado del Vaticano en el que se anunciaba la prórroga.

La firma de este acuerdo puso fin a 60 años de desencuentros entre el Vaticano y el régimen comunista, y, además, allanó el camino para que Pekín reconociese como jefe único de la Iglesia católica al Papa. De hecho, incluyó la aceptación de los siete obispos que habían sido nombrados sin el consentimiento vaticano.

Foto: Asia News

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