Con una carta al abad general de los Canónigos Regulares Premostratenses, Jozef Wouters, el papa Francisco se ha unida a las celebraciones con motivo del 900 aniversario de la Abadía de Prémontré, fundada por san Norberto en la Picardía Francesa. Un santo que, recuerda el pontífice, “renunció a la vida de la corte y decidió caminar sólo por Cristo duce, en un estilo de vida inspirado en el de los apóstoles”.
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“Las comunidades de vuestra Orden han aceptado esta herencia y, durante nueve siglos, han llevado a cabo su misión en el espíritu de la Regla de San Agustín, en la fidelidad a la meditación y a la predicación del Evangelio, apoyándose en el Misterio Eucarístico, fuente y cumbre de la vida de la Iglesia”, señala el Papa a los religiosos.
Austeridad y hospitalidad
Destacando mucho detalles de la vida de san Norberto, el Papa recalca que “es considerado un apóstol de la paz”. Y es que, añade, “estaba haciendo la obra de Dios, actuando en nombre de la caridad de Cristo. Los autores antiguos insisten en que siempre se reunía en oración antes de disponerse a intervenir para promover la reconciliación y restablecer la paz, y que siempre fue fiel a celebrar la Eucaristía para encontrarse con el Señor cuya obra quería realizar”.
Francisco recuerda, además, que “desde el principio, Prémontré ejerció una gran fascinación. Muchos hombres y mujeres se unieron a la comunidad de canónigos, que pretendía reflejar la Iglesia naciente descrita en los Hechos de los Apóstoles”. “El ardiente entusiasmo de los comienzos se estructuró en una vida religiosa austera, de la que formaban parte la hospitalidad y la atención a los pobres y peregrinos. Desde el principio, los premostratenses mostraron un gran compromiso con las personas ajenas a la comunidad, acogiéndolas de buen grado”, tal como muestra la expansión de otras comunidades.
Legado espiritual
“Mantened siempre esta apertura de corazón, que también sabe abrir las puertas de vuestra casa para acoger a los que buscan un consejero espiritual, a los que piden ayuda material, a los que desean compartir vuestra oración”, recomienda el Papa. “Nueve siglos después, damos gracias por el movimiento iniciado por san Norberto, que supo sacar lecciones de las estructuras existentes y probadas de origen monástico, preservando claramente la identidad de los miembros de su Orden como canónigos regulares”, expresa.
“La inspiración de san Norberto ha permanecido viva y sigue siendo una de las riquezas de la Iglesia universal. Vuestro fundador vivió en muchos ambientes diferentes, pero en cada circunstancia se dejó guiar por el Evangelio: como predicador itinerante, sacerdote, superior de comunidad, obispo, siguió escuchando a Dios y a sus hermanos, y supo discernir en las diversas circunstancias de la vida, sin perder de vista su inspiración fundamental”, destacó.
