México: los laicos encomendarán a la Virgen de Guadalupe el proceso electoral 2021

Convocados por la Dimensión Episcopal para los Laicos, peregrinarán presencial y virtualmente al Tepeyac el próximo 29 de mayo, para poner en sus manos el proceso más grande de la historia del país

El obispo Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia y presidente de la Dimensión Episcopal para los Laicos (Delai), anunció en entrevista para Vida Nueva, que el sábado 29 de mayo, peregrinarán a la Basílica de Guadalupe para pedir a la Virgen Morena su luz a fin de saber votar el próximo 6 de junio.



El evento lleva por nombre: “Laicos decididos a construir la casita”, y se podrá asistir tanto de manera presencial como en formato virtual. Dará inicio a las 10:00 horas con una peregrinación para poner en manos de la Guadalupana las intenciones de los laicos que buscan la unidad, la concordia y la paz, durante este proceso electoral.

El culmen será la celebración eucarística que el obispo Aguilar Ledesma presidirá junto con Carlos Samaniego, obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, en representación del cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de México.

“Quienes gusten seguir todo el programa de manera virtual, estaremos en las redes de los movimientos y asociaciones laicales. Si no, también con la oración, pidiendo al Espíritu Santo luz en el discernimiento personal y con la debida colaboración personal para que prevalezca el Estado de Derecho y por tanto la paz”.

Explicó que la Delai quiere, a través de este evento, “poner en manos de la Virgen de Guadalupe, este gran suceso, para que todo transcurra en santa paz. Queremos pedir a Dios Nuestro Señor, para que en nuestra patria reine la democracia, la paz y la armonía, contribuir a la construcción de una patria plena, una ‘casita sagrada’, como lo pidió la Santísima Virgen María a San Juan Diego cuando llegó a estas tierras”.

Trabajo constante con los laicos

Este evento forma parte del plan de trabajo de la Delai, ya que desde el año 2019 se pensó en animar a los laicos a participar en la activación de “Brazos Abiertos”, que tuvo como objetivo “abrazar cívicamente los congresos locales, simbolizando abrazar los temas de vida, familia y libertades fundamentales para pedir a los legisladores de todo el país que legislen en favor de estos pilares fundamentales de la nación.

Fue así como se realizó en su momento la Consagración Nacional a Cristo Rey en Silao, Guanajuato, con la participación de más de 10 mil laicos.

También, como parte de este plan de trabajo, el año pasado, pese a la pandemia, la Delai también llevó a cabo el encuentro virtual “Laicos en Acción” en Querétaro, de manera semipresencial, en el que participaron 50 presidentes de movimientos laicales, tres obispos y liderazgos gubernamentales, así como una presencia virtual de más de 10 mil espectadores en tiempo real.

Además, el próximo mes de noviembre llevarán a cabo “Laicos Testigos” en la festividad de Cristo Rey en el Santuario de los mártires en Guadalajara, Jalisco.

¿Por quién votar?

Las elecciones intermedias 2001 han sido calificadas como las más grandes de la historia de México. A ese respecto, el obispo Aguilar Ledesma dejó en claro que, en este contexto, no se debe perder de vista que el voto debe ser buscando siempre el mayor bien posible en el conjunto, sabiendo que no existen candidatos o partidos ideales.

Recordó que contribuir con cada voto al mayor bien posible, “implica discernir qué partido o candidato se entregará a realizar el bien común en circunstancias concretas y durante un tiempo determinado, aportando al conjunto democrático”, detalló.

Dijo que los candidatos y partidos ideales son aquellos que protejan el derecho de todos los mexicanos a votar, que cuidan ante todo la democracia “que hemos construido, que deseen el mayor Bien para México, que sean honestos y coherentes; que ayuden a superar a todos las eventuales controversias electorales y que la vida pública pueda proceder de la manera más ordenada, pacífica y siempre con el más estricto apego al Derecho”.

En este sentido, pidió no olvidar que México es una nación plural, que tiene origen en el momento en el que comenzó el mestizaje étnico y cultural, y que según ha demostrado en su historia, tiene la vocación de buscar caminos de reconciliación y de auténtica soberanía”.

¿Qué le preocupa a la Iglesia?

Aguilar Ledesma se refirió también a las principales preocupaciones de la Iglesia en torno al proceso electoral: “por una parte, que México alcance la consolidación de su democracia con la más amplia participación; participemos en el cuidado absoluto a los fundamentos de la democracia y las instituciones que la salvaguardan, por ejemplo, que todo ciudadano pueda ejercer su derecho y deber moral ineludible a votar de manera libre, secreta y en conciencia”.

Asimismo, que todo votante pueda decidir en libertad de acuerdo a su conciencia, “haciendo que la política brote del pueblo, de sus valores y de su historia, es decir, de la nación, antes que de un determinado Estado o gobierno, y siempre busque acuerdos, nunca fracturas, y sea construida ‘desde la fraternidad y la amistad social’, señaladas en Fratelli Tutti por el papa Francisco”.

También es importante –dijo– que todos los ciudadanos tengan a su disposición la mayor información sobre las propuestas, programas y valores de los diversos candidatos, partidos y agrupaciones políticas, y puedan conocer a cabalidad la capacidad de cada uno de atender las necesidades del país con eficacia, honorabilidad, congruencia y sentido humano, configurando el Bien Común de cada localidad.

Cambio de mentalidad

Para el obispo auxiliar de Morelia, estas elecciones 2021 son una gran oportunidad para que los laicos extirpen actitudes de apatía, indiferencia, desesperanza y desconfianza, para impedir que cualquier persona o agrupación intente manipular a los ciudadanos en el ejercicio de su voto a través de la presión, dádivas o chantajes.

“Un ciudadano católico responsable tiene el deber de votar, tener conciencia de que con su voto se debe hacer el bien siempre, aun cuando éste sea modesto o limitado, evitando, a toda costa, elegir el ‘mal menor’, ya que el mal, moralmente no puede ser elegido nunca ni como fin, ni como medio; promover siempre que el voto es personal, libre y secreto; animar a otros con su ejemplo a salir a votar y a dar confianza al árbitro electoral”.

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