La diócesis de Menorca rescata a más de 200 familias afectadas por la pandemia

  • El obispo de Menorca, Francisco Conesa, ha recordado que “la generosidad y la colaboración de todos son hoy más necesarias que nunca”
  • El Fondo Diocesano de Solidaridad Postcovid ha proporcionado ayudas por más de 93.000 euros

Fondo Diocesano de Solidaridad

La ayuda de la diócesis de Menorca ha llegado a 210 familias. Y es que, en mayo de 2020, impulsado por el Obispado de Menorca y Cáritas Diocesana, se creó el Fondo Diocesano de Solidaridad post Covid-19 con el objetivo de dar respuesta a la situación de profunda necesidad, en el ámbito de la vivienda y los suministros esenciales de muchas familias en la localidad a raíz de la pandemia.



Este primer año de actividad el Fondo Diocesano de Solidaridad ha proporcionado ayudas económicas por valor de 93.267,11 € (259 ayudas): 4.079,74 € (22) en ayudas para hacer frente al pago de suministros básicos (luz y agua) y 89.187,37 € (237) en ayudas para pagar el alquiler, que deja un fondo de 58.379,72€ para hacer frente a una situación económica y social aún muy complicada.

De esta cantidad, el Obispado aportó a esta iniciativa solidaria 100.000 euros, una cantidad que, posteriormente, ha ido aumentando gracias a la colaboración de parroquias, entidades de la Diócesis, empresas y particulares. Con la colaboración de 120 donantes se han sumado 68.927, 88 €, una cifra que sigue aumentando con nuevas aportaciones.

La labor de Cáritas

Por su parte, Cáritas Menorca ha sido la entidad encargada de gestionar estas ayudas, ampliando su equipo con 2 nuevas trabajadoras sociales en los municipios de Mahón i Ciutadella. Las 259 ayudas han llegado a 210 personas y/o familias, de las cuales el 65% son mujeres.

Asimismo, Cáritas ha destacado que el 43% son familias con hijos y un 26% personas que viven solas. La crisis sanitaria, iniciada en marzo de 2020, ha desencadenado una profunda crisis social y económica y el aumento del paro. Además, la escasa temporada turística el verano pasado en Menorca ha empeorado esta falta de oportunidades laborales, y ha provocado que muchas personas y familias se encuentren sin ingresos o muy pocos y sin ayudas sociales, lo cual les imposibilita hacer frente a los gastos básicos como la vivienda.

Por otra parte, la diócesis de Menorca ha advertido que “en estos primeros meses de 2021 la situación no ha mejorado”, y muchas personas continúan viviendo en una situación muy precaria. Una situación que reafirma que la misión de la Iglesia y de Cáritas es seguir acompañando “a quienes más nos necesitan, a través del Fondo Diocesano de Solidaridad y de muchas otras iniciativas sociales”.

Finalmente, el obispo de Menorca, Francisco Conesa, ha afirmado que, si bien “lamentablemente son muchas las personas afectadas por la crisis económica que estamos sufriendo, a causa de la Covid-19″, como sociedad “debemos escuchar sus demandas y ayudarles a superar las dificultades. Debemos sentirnos responsables de la fragilidad de los demás. Sigue siendo necesaria la ayuda de todos”.

Noticias relacionadas
Compartir